Gendarmería Nacional
Por Manuel Ochoa
No es Superman, no es Robocop, ni tampoco es el equipo de seguridad de Porfirio Díaz, la gendarmería nacional es el nombre de la nueva policía de Enrique Peña Nieto. En un inicio esta corporación contará con 10,000 agentes, estará operando en zonas clave del País y será la encargada de seguridad de todos los aeropuertos del País, sustituyendo en las calles al ejército y en otras áreas a la Policía Federal.
Esta nueva policía tendrá un entrenamiento militar pero estará vestida de policía civil, con esto se busca quitar la idea de que los militares controlan la calle, una especie de disfraz de los mismos para poder operar sin oposición. Será clave la capacitación que esta institución tenga en Derechos Humanos, ya que no son menores las denuncias que se hicieron a militares, marinos y federales en este rubro durante los últimos años.
Sin embargo, esto no es nada nuevo, los Presidentes de los últimos tres sexenios han creado sus propias policías, incluido ahora Peña Nieto. Las últimas dos fracasaron y fueron menospreciadas por el Presidente entrante. Vicente Fox creó la Agencia Federal de Investigación (AFI), se anunció con bombo y platillos de tal forma que hasta el Director del FBI vino a inaugurar sus instalaciones que entonces contaban con la última tecnología policial.
La Agencia Federal de Investigación fue un rotundo fracaso a tal magnitud que varios de sus agentes se incorporaron a la delincuencia organizada y participaron en secuestros, extorsiones, entre otros delitos. Esta agencia fue destruida por Calderón, a pesar de que su director era Genaro García Luna, el mismo que nombró como Secretario de Seguridad Pública, el famoso y cuestionado supersecretario que duró el sexenio entero en el poder.
Por su parte, Felipe Calderón anuncio el lanzamiento de la “nueva Policía Federal”, se creó un nuevo modelo policiaco con mayor control mediante exámenes de médicos y de confianza. Se equipó como nunca se había hecho antes a una policía en México. Se utilizaron los fondos provenientes de la Iniciativa Mérida para comprar helicópteros, vehículos de lujo, autos blindados, armas, y equipos de alta tecnología, así como la creación de Plataforma México. En un principio tuvo una excelente imagen e incluso se hizo una serie televisiva basada en la misma corporación.
Sin embargo, el fracaso de la nueva policía llegó de nuevo. La Policía Federal tuvo denuncias a lo largo de todo el territorio nacional en materia de violaciones a los Derechos Humanos, uso excesivo del poder, incluidas intimidaciones, desapariciones, e incluso ejecuciones fuera de la ley. La nueva policía no pudo controlar el problema de la violencia en México, e incluso en algunas ocasiones, sus acciones derivaron en un incremento de la misma. Actualmente es una mega corporación con alrededor de 40,000 agentes equipados con armas de alto poder, que Peña Nieto ha menospreciado no dándole importancia estratégica.
Será un reto para la nueva policía, ahora llamada gendarmería nacional que no le suceda lo que a sus predecesores. El principal problema a enfrentar con una fuerza de élite de tal magnitud es su incorporación a la delincuencia organizada, tal como ocurrió con los Zetas que en su momento fueron militares mexicanos entrenados en Estados Unidos. Por el bien de México esperemos que esta Policía militar sea un caso de éxito, defendiendo la soberanía nacional y reparando el Estado Fallido que impera en ciertas zonas del País. No es un reto fácil, y su fracaso tendría grandes costos políticos. Mientras tanto, observemos y denunciemos.
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