COLUMNEROSOTROS

JournalRebel… Cómo vivir en encierro domiciliario y disfrutarlo

Si por la imagen que he dado en este espacio intuían que casi no salgo de mi casa, pues tengo que decirles algo: sí, tienen toda la razón. No estoy particularmente orgullosa de pasarme los viernes en la tarde viendo YouTube, pero pasa.

By: Itzia Ramos

Si por la imagen que he dado en este espacio intuían que casi no salgo de mi casa, pues tengo que decirles algo: sí, tienen toda la razón. No estoy particularmente orgullosa de pasarme los viernes en la tarde viendo YouTube, pero pasa.

Por diferentes factores me es difícil salir (me sorprende la gente que sale tres veces por semana o más, mi admiración completa para sus habilidades de coordinación), además, mi año escolar es algo particular y sólo voy a clases unos 7 meses al año, así que he aprendido a hacer lo mejor de ello. Y como tengo el privilegio de no tener que trabajar para pagar mi sustento del día y, por lo tanto, poder aislarme en cuarentena, quise hablar un poco de lo que se puede hacer para hacer el rato un poco más pasable. Esta es la rutina que usualmente sigo.

  1. Hacer una lista.

Si no hago una lista, me pasaré dos meses viendo memes en Facebook. Me conozco. Entonces, agarro una hoja y escribo todas las cosas que he querido hacer «cuando tenga tiempo» y dejo para otro momento. Bueno, este es el momento.

Este es un pedazo de mi última lista:

Como ven, no completé todas (perdón por no salir de mi casa, Itzia del pasado, te prometo que lo haré más), esa nunca es la intención. Es que cada vez que diga «ya no sé qué hacer» la abra y siga con algo.

Es importante usar los recursos que tengamos, no es necesario tener un instrumento o algún material difícil de conseguir; tal vez en tu casa haya algún libro que quieras leer, un cuaderno de sudokus, un cuarto que siempre hayas querido limpiar, papel y lápiz para empezar a dibujar o, por lo menos, acceso a Internet (si estás leyendo esto, lo último es muy probable) Si ese es tu caso, pasamos al siguiente punto.

 

2. Usar el Internet a tu favor

YouTube es el origen de la mayoría de mis pasatiempos actuales: hay poco que no puedas encontrar. Ahí aprendí a tocar el ukelele, la guitarra, pintar con acuarela, bordar, modificar ropa, cocinar… la lista sigue.

No sólo puedes aprender habilidades; existen CIENTOS de canales educativos que puedes ver horas y horas sin cansarte. Personalmente no me interesaba la teoría musical hasta que vi a «Jaime Altozano» hacer un análisis musical de Harry Potter, y la arquitectura me valía hasta que «Ter» mostró las estructuras en un teatro para poder cambiar escenografías en minutos.

Hay alguien para todos los gustos. Lo importante es salirse de la página de trending y buscar por la propia cuenta: ahí es donde están los mejores creadores.

Algunos canales que recomiendo son, en español: «Ter» arquitectura y cultura pop, «Jaime Altozano» música en todos los lugares (su último video empieza con Tusa y termina en canciones que se autoreferencian), «QuantumFracture» la ciencia exacta hecha MUCHO más interesante, «De mi rancho a tu cocina» recetas tradicionales de Michoacán, «Nino’s kitchen» recetas japonesas y muy tiernas (tiene subtítulos en español), y «Clau Reads Books» la mejor booktuber, aquí hay todo sobre libros.

En inglés: «Binging with Babish» recetas de series y películas, «bestdressed» moda desde una perspectiva accesible, «SimplyNailogical» lo que pasa cuando juntas a una criminóloga con su amor por pintar uñas, «JaidenAnimations» historias animadas, «Kara and Nate» el viaje de una pareja por 100 países, «Drew Gooden» comenta otros videos con una comedia muy particular, «Zach Zang» las mejores entrevistas a famosos y, «The Game Theory» /»The Film Theory» la ciencia y los videojuegos/cine se juntan.

  1. Mover tu cuerpo

Busca una rutina en internet, una práctica de yoga, baila, o camina alrededor de tu espacio hasta que te canses… es irónico que yo diga esto, pues casi no lo cumplo, pero es importante movernos, aunque sea un poquito.

También, en mi experiencia personal, sirve cambiar de posición y, si es posible, de espacios. Abre las ventanas en el día, siente la luz del sol, y en la noche procura atenuar las luces o disminuir su uso. Que tu producción de melatonina no se aloque, para que puedas seguir durmiendo bien. Has prioridad no desvelarte mucho, e intentar dormir ocho horas diarias.

  1. Hablar con las personas que quieres

Una llamada, un mensaje: si tienes la oportunidad, busca la comunicación, aunque sea por otras vías. Aislarse completamente nunca es una buena idea, mucho menos en tiempos de ansiedad y pánico colectivos.

Hay que ayudarnos y escucharnos entre nosotros. Recuerda que tus sentimientos son válidos, está bien tener miedo o estar estresadx, y hablarlo puede ayudar a veces. Hoy más que nunca hay que estar ahí, aunque sea a través de una pantalla, y no juzgar.

Por último…

  1. Respirar

Si tendrás unos meses muy apretados, si tus estudios se están atrasando, si tu familia está en riesgo y sientes que la mente te va a mil kilómetros por hora: detente y respira.

De verdad, siéntate un rato y déjate hacer nada. Nuestro cuerpo puede activar la alarma de peligro (como si nos persiguiera un depredador) en situaciones que no son necesarias, y la mejor manera de detenerlo es calmando nuestro ritmo cardíaco, entiéndase, respirando.

Recuerda que es una situación extraordinaria. Puede que tu cuerpo cambie, tus hábitos cambien, tu presupuesto cambie y tengas más estrés: eso está bien. Si aceptamos que tendremos que adaptarnos a las situaciones, nos sentiremos más tranquilxs cuando pase.

Sé de primera mano que estos sentimientos son molestos, difíciles y cansados, pero si nos tratamos con amabilidad y paciencia, las cosas pueden mejorar.

Que estos tiempos saquen lo mejor de nosotros. Les abrazo, y espero que pronto podamos volver a la cotidianidad. Mientras, por aquí nos veremos.

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en su tiempo libre.

Botón volver arriba