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Diario De Un Foráneo – Se Fue La Luuuuz En Todo El Barrio

“Ay mamita qué sucede cuando hay un apagón” (Yuri, 1991)

By: Mariano Bolaños Montañez

En días pasados, todo mundo (en México) quedó terriblemente escamado con la noticia de que nos quitarían la luz así como cuando Holanda le quitó el pase a cuartos de final a México en el mundial del 2014… Sí, terrible.

Este pánico colectivo me hizo recordar aquella época en la que recién había comenzado la pandemia, y todo mundo corrió a los anaqueles de los supermercados a comprar todos los paquetes de rollos de papel que había disponibles, ya que seguramente estarían cagados del miedo… Literal.

Así que pensé que en esta ocasión, tampoco faltaría la persona visionaria que compraría todas las velas y veladoras que pudiera; el Día de Muertos le iba a quedar corto.

Afortunadamente, no hubo mayores contratiempos y el apagón llegó, pero a medias.

Sin embargo, esta situación nos hizo darnos cuenta de que a veces estamos muy poco preparados para las situaciones inesperadas que se nos presenten; si bien, no recuerdo en mis 20+ años de vida que en algún otro momento haya habido un hecho similar, sí me ha tocado vivir en piel espinilloza propia, varios contratiempos que se pudieron haber evitado con la previsión necesaria y una desidia nula.

Si ya gozas de las mieles amargas de la independencia, estarás de acuerdo conmigo que a veces postergamos aquellas responsabilidades inherentes a la vida adulta, algo así como cuando dejabas la tarea a última hora.

Lo gacho de este contexto, es que a diferencia de la vida de estudihambre en donde te podías topar con ese profe o compañero buena onda, aquí el tío Deudas no perdona y tampoco da tregua.

El común que a todos nos puede dar dolores de cabeza, es postergar el pago de servicios como el agua, luz e internet… Créeme cuando te digo: NO LO HAGA COMPA.
Aunque creas que no tienes el tiempo suficiente para existir, y repartir todos tus deberes entre escuela, trabajo, pandemia, y todos los deberes del hogar, necesitas estirar el tiempo lo más posible para que esas responsabilidades las suprimas en cuanto te sea posible.

Créeme que no es nada bonito llegar a casa luego de un día de joda para darte cuenta que te cortaron la luz y que prácticamente vas a vivir como un cavernícola millennial: no vas a tener dónde cargar tu celular, y la poca batería disponible, la debes guardar para la alarma del día siguiente; olvídate de tener wifi para desvelarte hasta las 3 de la mañana viendo tutoriales de “Ideas en 5 Minutos”.

Tampoco está padre no tener agüita para bajarle a la taza del baño luego de dejar tus obras de arte; imagina no tener con qué lavarte las manos justo cuando estás en plena pandemia; ni se diga no poder bañarte luego de un día todo ajetreado.

Sin embargo, el que te corten el internet puede ser una de las peores cosas que te pase en estos momentos de la evolución: prácticamente dependemos del internet para todo lo que no dependemos de nuestras mamás.

¿Te imaginas lo que es quedarte incomunicado varias horas e incluso días? Porque sí, hay compañías que tardan hasta 3 días en conectarla de nuevo, y mientras tanto debes usar los datos del celular y esperar que la factura te llegue de 1 mil 200 pesos por no haber ido a pagar a tiempo… Le pasó al primo de un amigo.

Así que creo que nuestra lección de hoy en súper hiper mega resumidas cuentas, es aprender (o al menos tratar de estar un paso delante) a tener bajo control, dominados y prevenidos esos pequeños detalles; por tu atención, gracias.

P.D: Raza, no me lo van a creer, pero mientras estaba escribiendo la columna me quitaron la luz porque estaban arreglando. Neta guarden sus documentos a cada rato :c

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