STAFF/ @OmaidaMelissa
Casas de madera y lámina, calles sin pavimentar, sin drenaje, sin agua potable. Aquí la vida está lejos de vivirse entre felpa colorida y pelusa televisiva. Es ‘Ciudad Peluche’ en Morelia, un lugar que así es llamado no sólo por los vecinos de la zona sino hasta por las autoridades locales y federales que oficialmente así designan a este predio antes llamado ”La Quebradita”, el cual se encuentra al sur de la capital michoacana.
A la Ciudad Peluche moreliana no ha llegado ni el pavimento o los servicios elementales. Esta no es la urbe ficticia donde ocurren los episodios de las disparatadas historias de La Familia P.Luche, donde Don Camerino es dueño de la mayoría de los establecimientos. Donde Super P.Luche, el supermercado de autoservicio abastece a la comunidad, donde puedes ir al Capeluchino, el café-internet que se encuentra en la Avenida Peluche, a disfrutar de la tarde con los amigos. A la Ciudad Peluche real, la de Morelia, no llega ninguna telefonía, mucho menos una tienda de autoservicio.
Aquí, en contraste, el salón de tatuajes, Ricky y Martin, es una ilusión que solo se vive frente al televisor, uno que por cierto, se encuentra arrinconado con una antena vieja que tras el apagón analógico, ya no transmite nada.
Pasando Colinas del Sur..
Habitado por familias de bajos recursos, la colonia “La Quebradita” mejor conocida como Ciudad Peluche, se encuentra ubicada al sur de la capital michoacana, el camino es voluntarioso hasta para llegar a ese rincón de Morelia, nadie conoce La Quebradita, pero todos los guías ubican Ciudad Peluche mientras ríen, la colonia vecina, Praderas del Sur, cuenta con calles pavimentadas, no todas, sin embargo el destino que busco cuesta arriba está completamente olvidado.
“Siga derecho, por toda esa calle hasta encontrar la base de la ruta El Panteón” me comentan los transeúntes, ante el infortunado lugar donde hoy viven alrededor de 15 familias.
Como un asentamiento irregular, con clave de localidad 0554, Ciudad Peluche (La Quebradita), está considerada con un grado de marginación municipal denominado “Muy bajo”, según los registros del catálogo de localidades de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
La vida real en Ciudad Peluche real
Rosamaría de 24 años, habitante de la ficticia ciudad televisiva, dijo subsistir en Ciudad Peluche desde hace cuatro años “la ciudad peluche le pusieron los camioneros de –la ruta- El Panteón, no se porqué, pero aquí no vive Eugenio Derbéz, a los tres meses de que yo llegué a vivir aquí, comenzaron a nombrarle así, en enero cumplimos cuatro años, apenas nos pusieron la luz, pero no tenemos agua potable, tenemos que surtir por pipa” señaló.
Micaela es otra de esas mujeres que con dos hijos, vive bajo un techo de lámina asfáltica, mencionó en entrevista que cuando llegó con su marido a Ciudad Peluche, lo hizo bajo la premisa de que se les quitaría el predio sino lo habitaban.
“Cuando nosotros nos venimos aquí, más que nada cuando según nos vendieron, nos venimos aquí más obligados que nada, que porque sino nos veníamos a vivir luego, luego, ya no nos dejaban el terreno, como si fuéramos paracaidistas pero nos lo estaban vendiendo, y toda la gente entonces si nos venimos, entonces si había mucha gente, ya con el tiempo, se fueron yendo”.
En tiempo de lluvias no podemos salir por ningún lado, ahí por donde se viene de la otra colonia, explica Micaela, donde está como barranca, ahí se pone imposible y “no se puede pasar, no hay salida, todos se pone mal”.
“Desde ahorita que ya empezó el frío y hasta marzo se pone bien feo, ya ve que en febrero hace un montón de aire, señala, todos ese tiempo se la pasa uno muriéndose de frío, y de ahí dos meses y empiezan las lluvias, a puro batallar se la lleva uno, pero que le hacemos, no tenemos a dónde más irnos”, dice Micaela mientras observa la precariedad, el abandono de una Ciudad Peluche que de calidez, no tiene ni el nombre.
Cómo un lugar semidesértico, la Ciudad Peluche moreliana no cuenta con la Farmacia Dr. Simio de la televisión, ahí los servicios de salud, no conocen el camino, porque el Hospital Buena Vista de la Ciudad PLuche de Eugenio Derbez, ironiza la realidad mexicana.
Sin tener certeza de las dimensiones del terreno, los predios fueron adquiridos en 63 mil pesos, precio que pactaron con un supuesto vendedor que hoy se encuentra recluido en la cárcel por aparente fraude, y a quien le dieron buena parte de sus ahorros.
“Primero nos hicieron fraude, porque primero nos vendió un señor y resulta que no era el dueño, les dimos dinero a él, y después a él se lo llevaron, y después salió otro señor, de que él es el dueño, y ahorita según es a él a quien estamos pagando” explicó Micaela.
Una casa como la de Federica..!
Para Micaela, originaria de Morelia, sería otro mundo si en su Ciudad Peluche viviera el comediante Eugenio Derbez “aún no me lo han presentado, pero si viviera aquí seguro estaríamos mejor, aún hoy, dijo, ni idea tengo porque le llaman a mi colonia Ciudad Peluche, ojalá tuviéramos una casa como la de Federica, sin tierra, por lo menos con lo necesario para vivir” sonríe, pero su mirada se pierde al ver a sus hijos jugando con el par de triciclos que no avanzan porque el camino está lleno de piedras, de socavones, porque a pesar de que los arrastran, la ruedas ya no sirven, así como no funcionan los servicios sociales que a unos minutos del embellecido Centro Histórico de Morelia, solo enarbolan la cantera rosa y no su periferia.
La realidad está rebasada por la ficción, en un lugar donde a veces la gente prefiere que la ficción está por encima de su realidad, sin embargo en la Ciudad Peluche de Sedesol, el Teatroluche Nacional, la Avenida Peluche, la funeraria Pompa y Luche y el exclusivo club campestre, seguirán siendo parte de una ilusión televisiva para millones de mexicanos, para algunos morelianos como este caso.
