Tolerancia cero

Por Ann

Es por naturaleza
tender a prejuzgar
siempre tenemos miedo
de la diversidad.
No aceptas lo que creo
y no quieres hablar.
Tal vez sería más fácil
únicamente odiar.
Tú y yo, no tenemos un lugar
que nos una o nos haga ser igual.
Tú y yo nunca vamos a cambiar
más nos vale aprender a tolerar.

Moenia.

La mayoría estamos hasta la coronilla de tanto desgreñe, lejos de las preferencias partidistas, del pleito en sí. Óscar A. Hernández habló de este tema hace unos meses y los ánimos ahora están peor que nunca.  Desde el domingo por la noche no se ha hablado de otra cosa, y sí, todos tenemos derecho a expresarnos, a inconformarnos, a manifestar nuestras emociones. Lo que no es válido es que se promueva la violencia y la intolerancia.

En el transcurso de esta semana, las redes sociales se convirtieron en el campo de batalla del tema electoral, sobra mencionar los motivos.

Hace un par de días vi un cartel en particular que tenía por título “Intolerancia le llaman”, dice textualmente: “A la persona que se le sorprenda festejando al PRI se le va a dar en su pinche madre”.  Me llamó la atención  la cantidad de veces compartidas y los comentarios: “Jjjajjajajajjajjajajjajjjajjaaaa (sic)… Me caaaaargo de la risa =D”,  “sobre advertencia no hay engaño jajaja” O______O.  Y ayer un tipo estúpido amaga con un arma a los manifestantes de la mega marcha en  Xalapa, ¿a qué extremos estamos llegando?

Todo eso que tanto criticamos es precisamente en lo que se está cayendo: en  autoritarismo, despotismo, agresión, odio y sobre todo, intolerancia. ¿Qué hay del respeto? Porque esto se traduce en que “si no estás a favor, estás en contra”. Y esto es por todos los fervientes seguidores de cualquier grupo, partido e  incluso gusto musical.

¿Recuerdan esa cita de Voltaire que dice “no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”? Es para pensarse en serio, porque una cosa es la teoría y otra la práctica.

Hay que lograr que los demás se eleven a nuestro nivel, no rebajarnos al suyo. Recordemos las palabras de Gandhi: “ojo por ojo y todos nos quedaremos ciegos”. La violencia, en cualquier forma que esta se presente, no está justificada.

No  se lleva la victoria el que “gana”, sino el que convence y es congruente con sus palabras y sus acciones.

Quién tiene una postura definida difícilmente cambiará de opinión. No somos iguales y por ende pensamos distinto pero esto lejos de dividirnos debe retroalimentarnos; es imposible que no tengamos diferencias, pero prediquemos con el ejemplo.

Twitter: @ann_hiellow

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