STAFF/Alejandro Amado
Hay otro caso de un sacerdote asesinado y otro desaparecido en Michoacán en los últimos años.
El trabajo por la construcción de paz que realizaba el sacerdote Miguel Gerardo Flores no parece ser el móvil de su homicidio, así lo consideró el obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina Garfias, quién indicó que más bien pareciera que se trató de un contexto de robo.
«El caso del padre Gerardo no tiene que ver con el crimen organizado, más bien la situación de robarlo. Se afirma eso porque no se ha encontrado la camioneta. El móvil, podríamos decirlo así, tendría que ver con el robo de la camioneta», declaró.
Descartó cualquier tipo de vínculo con la delincuencia organizada y detalló que el cuerpo fue localizado sin huellas de tortura y un impacto de arma de fuego disparada a corta distancia.
«El asesino del padre Gerardo es un daño irreparable para su familia de lazos y la religiosa. Nosotros que creemos en el perdón tenemos que perdonar a estas personas e invitarles a que se arrepientan y pidan perdón», señaló el prelado.
El prelado abundó que la familia del sacerdote ya se encuentra en Michoacán y señaló que tendrá lugar hoy una misa a las 5:00 de la tarde en la Casa Nazareth, en Jucutacato, municipio de Uruapan, en donde prestaba sus servicios el sacerdote.
Recordó que hay un sacerdote de nombre Santiago que profesaba en el Presbítero de Zamora y está desaparecido desde hace cinco años, sin que las autoridades hayan brindado resultados hasta el momento. «Tal pareciera que le han dado carpetazo», señaló. El caso del padre Gerardo se suma a los ocurridos en la Arquidiócesis de Zamora.
En tanto que hace un par de años tuvo lugar el asesinato de la Parroquia de Tanhuato, aunque puntualizó que sobre este caso sí hubo resultados por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Reitero que el llamado de la Iglesia es a reconstruir la paz y al perdón, pero subrayó que todos tendremos que dar cuentas a Dios de nuestro proceder.
