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Cinemadude… La Red Avispa. Espías Cubanos En Estados Unidos

Título original en inglés: Wasp network

Director: Olivier Assayas

Actúan: Edgar Ramírez, Penélope Cruz, Wagner Moura, Ana de Armas y Gael García Bernal

Se puede ver en Netflix

By: Héctor García Ramírez

El 1 de enero de 1959 triunfó la revolución cubana. Durante el primer año iniciaron las expropiaciones, nacionalizaciones y confiscación de bienes que afectaron a empresas locales y estadounidenses. En represalia, a finales de 1960, Washington inició el embargo económico. Un desastre para un país que exportaba el 73% e importaba en 70% de sus productos a la Unión Americana.

En 1961 disidentes cubanos entrenados por la CIA, a quienes se les proporcionaron transporte y armas estadounidenses, fracasaron en invadir la isla caribeña. Por lo que el presidente Kennedy consideró llevar a cabo acciones directas para derrocar al gobierno socialista de La Habana, incluidos los varios y famosos intentos por asesinar a Fidel Castro. En 1962 Washington descubrió que la Unión Soviética instaló en Cuba misiles de alcance alcance medio. El conflicto se solucionó a través de un acuerdo: los americanos no intentarían invadir la isla ni apoyarían grupos subversivos, a cambio, Moscú retiró los misiles.

No obstante que cesaron las acciones directas de invadir la isla, la ciudad estadounidense de Miami se convirtió en el centro de operaciones de exiliados cubanos que se propusieron desestabilizar y derrocar al régimen socialista. Además de participar en el desastroso intento de invasión de 1961, volaron una nave de Cubana de Aviación, tripulada por 73 civiles que murieron a causa del ataque; y en 1997 detonaron varias bombas en la zona turística de la Habana –terrorismo le dicen-.

La respuesta de Cuba fue enviar espías a Estados Unidos, para que se infiltraran en esas organizaciones de exiliados, a fin de prevenir, descubrir y desmantelar posibles actos terroristas. El método para introducir a los espías a territorio gringo es tan simple como ingenioso: oficiales del ejército cubano simulaban desertar y decían que deseaban vivir en Estados Unidos, gozar de libertad y el american way of life. Washington generalmente los recibía con los brazos abiertos y en ocasiones hasta les prestaba alguna atención mediática; después de todo, las deserciones les servían como propaganda.

Interesante, ¿no? Espías cubanos en suelo estadounidense que se hacen pasar por desertores. La red avispa es sobre esa red de espionaje, quienes engañaron al gobierno estadounidense y a las organizaciones de exiliados. La película debe su nombre a la organización montada por La Habana que coordinaba las labores de contrainteligencia.

Para quienes ya vieron la serie The Americans, ya deben estar familiarizados con la idea de espías comunistas en el territorio del tío Sam. La producción cinematográfica y televisiva sobre espías durante la Guerra Fría es amplísima. Basta mencionar a James Bond, la franquicia de películas más estable en la historia del cine nace precisamente en ese periodo. La red avispa, aunque no se desarrolla en esa etapa -ocurre en los 90- aborda las consecuencias directas de las tensiones y los acontecimientos surgidos a partir de la Guerra Fría.

La idea es buena; sin embargo, el resultado no es el mejor.

En seguida hay ligeros spoilers.

Durante la primera mitad de la película, conocemos a René González (Edgar Ramírez), un piloto que deja a su esposa Olga (Penélope Cruz) y a su hija pequeña, y escapa a Estados Unidos en un avión que él mismo secuestra. También conocemos a Juan Pablo Roque (Wagner Moura), un militar cubano que llega hasta una base militar estadounidense y clama haber desertado. Al poco tiempo de llegar a Miami, ambos hombres son reclutados por una organización de exiliados que ayuda a los balseros que huyen de la isla, pero que también tiene ciertos nexos con el tráfico de drogas y con la planeación y comisión de actos terroristas.

Mientras René está en Miami, Olga tiene que vivir con las consecuencias de la deserción de su marido, que ahora es un gusano -término utilizado para designar a los cubanos anticastristas que huyen de la isla-. Este tema, el señalamiento social del que es objeto la familia del desertor, pudo explotarse más. Sobre todo, porque la misma Olga rechaza a su marido por haberse ido, mostrando no solo una aversión personal sino política.

La segunda mitad de la película se centra, ahora sí, en La red Avispa. Y la atención del espectador se traslada de los personajes que conocimos inicialmente, a Gerardo Hernández (Gael García Bernal), espía principal y quien coordina la organización. Un cambio de foco no beneficia a la historia. Más que un giro eficiente, el movimiento parece darnos a entender que lo que suceda con René, Olga y Juan Pablo, ya no es relevante.

Los sucesos que inspiraron La red avispa son complejos. Parece un error querer contarlo todo en dos horas. Hubiera sido más provechoso centrar la historia en el matrimonio de René y Olga. Sacrificar la parte divulgativa en favor de un relato más pequeño pero más contundente, más emocional. La cinta muerde más de lo que puede masticar. Los múltiples puntos de vista y su afán de mostrar los sucesos de una manera global, termina por entregarnos una historia que se siente superficial, tanto en los hechos como en las interpretaciones.

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