Ni quién se acuerde de la “Revolución”
Por Paul Alcántar
Es triste, lamentable y de vergüenza saber que la Revolución Mexicana no representa mucho para las nuevas generaciones, ni para las que ya van de salida. Ha quedado lejana la anécdota de Francisco I. Madero, quien en 1910 decidió desconocer al gobierno de Porfirio Díaz y lanzarse a una rebelión que para algunos historiadores no fue más que el reacomodo de la élite social mexicana que buscaba un mayor equilibrio en los poderes entre los terratenientes y comerciantes de la época y el régimen porfirista que ya no era sostenible.
Y luego vinieron las alianzas entre hacendados, criminales, políticos e intelectuales, y esta guerra civil que se dio en medio de asesinatos y traiciones resulta que duró casi dos décadas. Y es que uno ya no recuerda quién era el bueno, o quien era el malo: Francisco Villa, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza, Emilio Carranza, Victoriano Huerta o Álvaro Obregón. Todos asesinados. Todos traicionados entre sí.
El fin de aquella lucha por el poder a través de la vía armada se le agradece – según los textos de la primaria- al control político que Plutarco Elías Calles comenzó a construir desde 1924 y reunir a los revolucionarios una vez caídos los “caudillos” por medio de un partido político que aglutinaría los liderazgos esparcidos por el país para que fuera a través de la institución, y no de la pistola, el medio para llegar a la presidencia de la República.
Así nació el PNR en 1928, evolucionando con Lázaro Cárdenas al nombre de PRM y con Ávila Camacho lo que hoy conocemos como el PRI.
Mucho ha sido lo que se cuenta sobre la lucha armada, sobre todo supuestos objetivos que buscaba una justicia social para México, o lo que sea que esto signifique. Aún no me queda claro, a 102 años del hecho, qué es lo que nuestro país debe presumir sobre este pasaje histórico y, sobre todo, lo que hemos aprendido del siglo pasado.
Lo que sí tengo presente es que no se puede comprender al México actual sin mirar lo que se nos ha platicado de la Revolución y cómo la clase política, sobre todo, quiere reivindicar su legado a su conveniencia.
Lo que se vio el día martes del 2012 desfilando por las calles de las principales calles del país, no es una generación convencida de lo que fue México en 1910 y lo que le espera en un futuro a mediano plazo. Y la generación que ya va de salida simplemente se quedó esperando aquella promesa de una romántica historia de justicia social que nunca llegó y que no llegará
¿A quién ha beneficiado la Revolución Mexicana?
Chapulines
- Ya viene el Teletón y la gran noticia del adeudo que el gobierno de –léase bien porfavor- Fausto Vallejo cabildeó en el Congreso del Estado para que aprobaran 400 millones a favor de la fundación creada por los grandes consorcios de este país, encabezada por Televisa. Es en diciembre, el primer fin de semana. Por si traían el pendiente.
Twitter: @paulalcantar
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