STAFF/@michangoonga
Por órdenes de un ser extraterrestre de nombre ‘Herulayka’, proveniente de un lugar llamado Nefilin ubicado en la constelación de Orión, el campesino coahuilense Raymundo Salomón Corona Villarreal, habitante de la comunidad de Pozuelos de Arriba, ha construído una pirámide misma que le fue pedida una noche de 1984 cuando el ser cuyo nombre significa «el que ama libremente, el que ama en libertad», se le apareció y para probar su fe le pidió erigiera la construcción.
Entrevistado por el diario Vanguardia, el señor Salomón explicó que Herulayka le exigió que dicha estructura «no debía ser movida por los fuertes vientos» y tenía que estar erguida hacia arriba, ya que «de arriba emanan todas las cosas buenas», toda vez que se trata de un vórtice de energía.
Según el campesino, Herulayka es un hombre alto, ojos color miel, cabello blanco y largo -llegaba hasta el suelo-, llevaba una túnica amarrada con una soga y los pies descalzos, quien personalmente le dijo que provenía de un lugar llamado Nefilin, sitio que para los humanos es 20 veces más grande que la Tierra, donde los habitantes no son tan diferentes a nosotros.
La aparición del ser le sucedió a don Raymundo justo un día antes del nacimiento de su hija y le dejó sabiduría antes de su partida, pero también un mensaje contundente sobre el poder del hombre sobre el planeta:
«No desesperes, si un día te encuentras solo, recuerda esto: ‘Si dentro de un millón de años uno te escuchará, eres como el propio diamante que esparce la luz del conocimiento’. Lo que queremos es que se den cuenta lo terrible que están haciendo en este lugar llamado Tierra y que deben cuidar como a la niña de sus ojos porque les da lo necesario para vivir».
El contactado asegura que la pirámide no es una cuestión de culto ni está hecha para que la gente se reúna en torno a ella, sino para uso de Herulayka como acceso de energía intradimensional.
