SOFTNEWS

Caso Don F, dos escenarios: a la Ratzinger o a la venezolana

Por Toño Aguilera

Espacio mordelón del quehacer y deshacer de nuestros míticos políticos michoacanos
Espacio mordelón del quehacer y deshacer de nuestros míticos políticos michoacanos.

En los últimos 12 meses –inclusive desde antes- la enfermedad, padecimiento, achaque o malestar que padece el gobernador Fausto Vallejo, trató de ser sacado de la agenda y de la opinión pública por parte del gobierno del estado, de su equipo de comunicación y hasta de su partido político. Lo que es cierto es que en todo este tiempo, las “estrategias”, “líneas discursivas” y esquemas de comunicación implementadas para tratar el tema fueron un rotundo fracaso.

El tema de los padecimientos del mandatario michoacano no sólo no fue negado por el gobierno estatal en su conjunto, sino que hasta motivaron posicionamientos y declaraciones desafortunadas del propio gobernador Vallejo, quien a cada referencia a su estado de salud, llegó a contestar que: “¡Aquí estoy! ¿Qué mayor contundencia a los que ya hasta me mandaban flores? ¡Aquí estoy!, la gente que le dio cuerda a los rumores han quedado como auténticos patanes y mentirosos”.

Siempre se contestaba con una negativa o una postura para minimizar sus malestares, hasta que llegó el fatídico 30 de septiembre, cuando en el recorrido del bando solemne por el Natalicio de José María Morelos, el mandatario sufrió un desmayo y las versiones del “no pasada nada” cayeron por tierra. Sin embargo, la “estrategia de comunicación” del tema se mantenía: la versión de gobierno estatal fue que el gobernador “sufrió un fuerte acceso de tos”.

Unas semanas después trascendió de un viaje del mandatario a otro “chequeo” a Estados Unidos, y también fue negado por todos los medios posibles. A su llegada, Vallejo Figueroa aceptó en rueda de prensa algunos malestares, y por vez primera se habló de la hernia.

El tema fue utilizado –obviamente- por los adversarios políticos de la administración de extracción priísta, y para darle la vuelta al tema, el gobierno optó por mantener el tema de la deuda pública y evitar en lo posible el estado de salud del mandatario.

Sin embargo, más allá del control de daños en medios, en las redes sociales el tema de la salud de Don F era pan de cada día, y por más que los empleados del gobierno y militantes del PRI trataron de defenderlo, en las tendencias era claro que el gobernador estaba enfermo.

Así por 12 meses, hasta que en la última semana se manejó desde el área de comunicación que el gobernador Vallejo había sido internado en un Hospital de la Ciudad de México para “un chequeo de rutina” y que en dos días volvería a despachar en Casa de Gobierno. Esa versión también cayó por los suelos, porque llegó el día anunciado y el gobernador no regresó. Apenas la tarde del miércoles, varias agencias, entre ellas Changoonga.com, manejaban que la salud del Ejecutivo estatal se había agravado, y se habló desde un accidente fuerte hasta un infarto. Y como respuestas, la “estrategia” fue volver a negarlo todo.

Hasta que la situación hizo insostenible, y llegó este jueves 7 de marzo en donde se reconoció el problema del estado de salud del Ejecutivo en una rueda de prensa mañanera, atropellada y donde sólo aceptaron cuatro preguntas.

La comparecencia es una perla que debería ser estudiada en las escuelas de comunicación: primero, el secretario de Gobierno, Jesús Reyna, informó que el gobernador se ausentará por “algunos días” para seguir con su tratamiento; segundo, se volvió a insistir en el tema de la hernia umbilical y se negó que Vallejo padezca una enfermedad crónico-degenerativa como la diabetes o el cáncer; tercero, ya con la versión de la hernia muy comentada y manejada mediáticamente, a contra pelo el secretario de Salud dijo que el gobernador tiene problemas porque retiene líquidos en las piernas; cuarto, en el boletín oficial se habla de que “derivado de los exámenes médicos a los que se sometió el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, especialistas de la ciudad de México le recomendaron guardar reposo unos días más, para reponerse de la hernia umbilical que no le ha terminado de sanar, así como de la tos que le ha venido aquejando, situaciones que si bien no son de ninguna manera graves, sí deben atenderse para evitar eventuales molestias mayores”, y se habló de una ausencia de 8 días; quinto, en las entrevistas que se ofreció el portavoz con los medios nacionales, manejó que el gobernador estaría ausente de 15 a 20 días; y por último, en el aviso que envió el gobierno envió al congreso para informar de la ausencia del mandatario, se habló de 30 días.

Mientras estas versiones oficiales encontradas, ambiguas y hasta contradictorias, en las redes sociales y en los medios nacionales la noticia era que el gobernador había abandonado su puesto por problemas de salud. Lo que quedó claro en todo este tema, es que no existe una estrategia de comunicación para el manejo de situaciones de crisis y en redes sociales tampoco hubo mecanismos para revertir la tendencia estatal.

Ahora bien, los escenarios políticos hablan ya de una reforma a la Constitución para que Jesús Reyna asuma la gubernatura interina de Michoacán, e inclusive lo ocurrido este día ya puede interpretarse como el banderazo de salida de la sucesión. Todos los actores políticos movieron sus bazas y más allá del mensaje de solidaridad, el anuncio del retiro de Vallejo adelantó los tiempos electorales dos años.

Don F tiene dos salidas a este entuerto: o aferrarse al poder y aplicar la estrategia venezolana de buscar “gobernar” a través del Twitter, con videos y comunicados, mientras tanto se sigue levantando una enorme cortina para esconder la verdad sobre su estado de salud; o aplicar la de Joseph Ratzinger, el ex Papa, que de plano anunció su retiro antes de que la crisis de los achaques y de las presiones políticas se tornaran más ríspidas.

Lo cierto es que la marea pre electoral ya no la va a poder detener Don F, y si insiste en regresar al gobierno y mantenerse a costa de lo que implique para su salud, su investidura ya sufrió grietas severas, provocadas en mucho por su “estrategia” de comunicación. Ahora la cuenta ya es regresiva, y nada podrá pararla.

Twitter: @gaaelico

Facebook.com/ColumnaChangoonga

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas  y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like y comparte!

Botón volver arriba