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Entre gritos de icura violador de jóvenes! y imentiroso!, le exigieron al rector de la Catedral de Oaxaca, Carlos Franco Méndez Pérez, acusado de violación en contra de Lenin Moisés López Jiménez reconocer que había violado a Lenin, ya que había cámaras de seguridad y testigos que lo señalaron directamente de este hecho.
Mujeres y jóvenes junto a la coordinadora del proceso evangelizador de la Catedral Metropolitana, irrumpieron la conferencia de prensa donde el sacerdote daría su versión de los hechos por los que fue acusado. Con pancartas en mano, le gritaron de frente que dijera la verdad, pues todos los que trabajaron el Jueves Santo habían sido testigos de lo sucedido en el cuarto de la Catedral.
En medio de los gritos y las acusaciones, la mamá del joven, le reclamó que lo que había declarado ante la justicia era mentira, ya que nunca le había llamado tal como lo dijo en su declaración para decirle que había sucedido con su hijo.
Al sacerdote no le quedó otra opción más que salir corriendo del lugar acompañado por su abogado, ya que fue imposible enfrentar y controlar a los católicos que llegaron a este sitio a confrontarlo.
En su comunicado, manifestó el cura; “Niego rotundamente el delito del cual me acusaron, como sacerdote guardaré en secreto la infamia cometida en contra de mi persona, soy inocente de las acusaciones que me hicieron, así lo probé ante el juez y así lo acredite, por eso estoy libre”.
Continuó asegurando que “fui objeto de violaciones a mís derechos humanos, enjuiciamiento y sentencia a través de los medios de comunicación, afectando mi nombre, mi familia, mi ministerio y al arzobispo sinceramente los he perdonado”.
Antes de estos hechos, Lenin Moisés López Jiménez aseguró en conferencia de prensa que su único fin era desenmascarar al sacerdote y evitar que otros menores pasarán por la misma situación diciendo; “Exijo justicia, se ha dicho que no ha sido la primera vez que ha pretendido abusar de chicos, pero por miedo no lo han denunciado”.
Lenin lamentó que al tener conocimiento de estos hechos el arzobispo José Luis Chávez Botello les haya pedido discreción y afirmó que tenía pruebas de los hechos; “Yo tengo pruebas de que me buscó después de todo lo que pasó, diciéndome que regresará a la Catedral”.
