SOFTNEWS

Tragicómicas I

Por Alberto Luquín

Nacido en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en 1979, actualmente es pasante de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UMSNH y tiene estudios en Filosofía por la UAQ y diversos diplomados, talleres y seminarios auspiciados por el INBA, CONACULTA e instancias estatales queretanas. Freelance, se ocupa generalmente en proyectos de consultoría educativa y pensamiento crítico. Tiene obra publicada por el ITESMCQ y Arte-Diem y ha participado en revistas filosóficas y literarias. Cortina de humo será una columna de crítica política, abordando desde un enfoque escéptico y de pensamiento crítico los rumores, hoaxes y cuestiones parecidas que circulan en la red.
Nacido en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en 1979, actualmente es pasante de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UMSNH y tiene estudios en Filosofía por la UAQ y diversos diplomados, talleres y seminarios auspiciados por el INBA, CONACULTA e instancias estatales queretanas. Freelance, se ocupa generalmente en proyectos de consultoría educativa y pensamiento crítico. Tiene obra publicada por el ITESMCQ y Arte-Diem y ha participado en revistas filosóficas y literarias. Cortina de humo será una columna de crítica política, abordando desde un enfoque escéptico y de pensamiento crítico los rumores, hoaxes y cuestiones parecidas que circulan en la red.

En lo poco que lleva el año, la Historia Universal del Mame se ha visto enriquecida de manera continua y espléndida. Influenza, teorías de la conspiración, arrestos inesperados y marchas por la liberación del arrestado, actos de fe disfrazados de sano escepticismo, grupos civiles armados sin relación alguna con la lucha de clases (en lo próximo) y alzamientos y protestas populares contra dictaduras populistas (en lo distante), listas de gente que no simpatiza con la causa del Amoroso Líder y llamados a la censura constituyen su pródiga materia. Recapitulemos.

Comencemos por el retorno de la influenza H1N1, que en realidad nunca se fue. El virus -en su momento motivo de orgullo, pánico y chacota nacionales- ha provocado, hasta el 23 de enero, 123 muertes. Podemos incluir, entre sus víctimas, al periodista y escritor Federico Campbell, quien aunque logró sobreponerse a una neumonía derivada de la infección no consiguió, debilitado como estaba, sobrevivir a un derrame cerebral.

Es interesante revisar cómo ciertos sectores han reaccionado ante los números. Si un día afirman que el virus no existe y es una cortina de humo para encubrir la reforma energética, el conflicto michoacano o el regreso de Voldemort,  al  primer revire esgrimen una larguísima serie de falacias cuya conclusión es que el virus sí existe, que es mucho peor de lo que se dice y que el gobierno lo esparce con oscuros y secretos fines que sólo ellos han conseguido descubrir mediante sesudas investigaciones en la Universidad Youtube.

De todas, la más delirante la encontré en Facebook, en una de las tantas páginas dedicadas a difundir memes sobre la estupidez del presidente. Bajo la fotografía de un contrail (estela de condensación), una rara historia acerca de cómo el gobierno utiliza aviones civiles para esparcir el virus de la influenza como primer paso de un complejo plan que consistiría en ordenar la vacunación forzosa para dar salida a millones de vacunas compradas por miles de millones de dólares a malvadas y corruptas farmacéuticas en un negocio redondo y siniestro

No es el momento ni el lugar para hacer debunking del cuento de los chemtrails, baste decir que quien guste puede darse una vuelta por blogs como conqdequimica.blogspot.com.es, lamentiraestaahifuera.com, lacienciaysusdemonios.com o loschemtrailsnoexisten.wordpress.com y encontrará información razonable, concreta, fundamentada en evidencias y argumentos. Argumentos y evidencias, sin embargo, que para los conspiranoicos de tiempo completo resultan incomprensibles e insuficientes.

Porque, a fin de cuentas, ¿qué van a saber esos científicos capitalistas heteronormativos cuyas creaciones hacen tanto daño a la Madre Tierra? El Pueblo Bueno®, por supuesto, jamás se dejará engañar por los ardides de esa gente sin corazón que usa bata blanca, menos por sus cifras y estadísticas. Todos sabemos que los virus no existen, o sí, según pinte el día, pues la verdad del paranoico depende no de la evidencia, sino de la medida en que circunstancia le permita dividir al mundo en blanco y negro, en ellos y en nosotros, en dormidos y despiertos.

Por ahora, es todo. El recuento continúa la próxima semana.

Facebook.com/ColumnaChangoonga

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas  y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like/ rt  y comparte!

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba