Oaxaca, tierra de nadie // By Camila Cienfuegos
Por Camila Cienfuegos (A veces serena)
Era cosa de tiempo para que las protestas de la CNTE terminaran salpicadas de sangre. La falta de diálogo o, mejor dicho, el “impase” que había entre inconformes y autoridades desencadenaría de un momento a otro en una manifestación que se saldría de control hasta consumar la desastrosa violencia que, en el caso de Oaxaca, ha dejado luto en siete hogares según el último recuento del daño.
En las primeras horas luego de la refriega (que ya se cocinaba desde el viernes), tanto autoridades como manifestantes se lanzaron acusaciones mutuas. Ambas partes se deslindan en torno a quién disparó primero. Los civiles son los muertos pero, del lado de la policía hay malheridos con arma de fuego (sí, armas de fuego), cohetones y objetos contundentes.
Si no eran de la CNTE los hombres asesinados ¿a qué grupo pertenecían? En lo que no hay duda es que se trata de simpatizantes del movimiento magisterial, pero por su actuar, en contubernio con los centistas, empiezan a tener semejanza a una guerrilla.
Las acciones que se avecinan a manera de represalia se antojan harto radicales. Si los fallecidos del domingo no eran de la CNTE, para los maestros no importa, ahora ya tienen la dosis suficiente de mártires para iniciar un contraataque de grandes dimensiones. Aquí, en el estado de Michoacán, las primeras acciones se anunciaron el lunes mismo y se incluye el apoyo del exdirigente Juan José Ortega Madrigal, actualmente detenido.
ENTRE FUEGO CRUZADO
El periodista Elidio Ramos del periódico El Sur fue asesinado de manera artera por desconocidos encapuchados en Juchitán mientras cumplía con su deber. No se trata de un daño colateral; sus infames ejecutores sabían lo que hacían.
¿EDUCACIÓN GRATUITA?
Qué es lo que pasa realmente en Oaxaca además de ser la entidad con el peor nivel educativo?.
Parece irónico pero los principales promotores de la educación privada son precisamente quienes dicen luchar contra ella: la CNTE, al menos eso es lo que muestran las estadísticas, en las que tan solo en Oaxaca, reportan que desde el 2006, en que se recrudecieron los paros en esa entidad con la tristemente célebre APPO, la matrícula de educación básica privada ha crecido 44.3 por ciento y el número de escuelas privadas creció 57.7 por ciento.
De manera inversa, la matrícula de la educación pública decreció 7.35 por ciento. Eran 24 mil 279 alumnos de educación privada los que había en el 2006. En el 2014 la cantidad de estudiantes de escuelas privadas pasó a 35 mil 37 alumnos. Indirectamente, la CNTE con su desgastada bandera de “No a la privatización de la educación”, están haciendo un buen trabajo para hacer lo contrario.
Si bien la protesta no se debe criminalizar, ésta tampoco se debe victimizar.
¡¡Excelente martes para todooooooooooooos!!
