México, un país de urgencias
Por Rafael Escutia Garmendia
Mientras en España las fuerzas políticas – en especial las opositoras a Rajoy– discuten con responsabilidad política la posible alza de IVA que podría darse hasta en un 21% al consumo generalizado para hacer frente a la crisis económica de aquél país, aquí en México y pese a que en los próximos meses se constituirán ambas cámaras de representación popular – Congreso de la Unión y la Cámara de Senadores-, aún hoy no se dibuja en lo mínimo una agenda política opositora al virtual candidato electo. Lo anterior evidencia el raquítico estado de la democracia mexicana sustentada –y con sus dudas según el partido perdedor- en el número de votos y no así, en la propuestas de gobernanza y políticas públicas.
La discusión de los perdedores se centra en el infame trato que se les dio antes, durante y a la poste de la jornada electoral en tanto que el discurso de las fuerzas victoriosas alude a la consolidación de una democracia expresada en la voluntad de una mayoría; para el régimen en turno, su derrota no es asumida si quiera como muestra del rechazo social a la fallida estrategia de combate al crimen organizado que ha devenido en una guerra palpable en sus alcances y costo social, la cual ha sido incapaz de tocar las estructuras financieras y de operación de los carteles mexicanos.
Sin embargo, la tradición política de nuestra democracia es tal que permea en todos los niveles. Michoacán a tres meses de relevo administrativo no ha logrado si quiera presentar un diagnóstico certero de la deuda pública que dejaron las dos administraciones anteriores emanadas del partido amarillo y, en el Congreso local no se han presentado ni una sola iniciativa de Ley que posicione al estado como un estado de vanguardia o por lo menos, atento al actuar del hoy gobernador Fausto Vallejo Figueroa.
Desde una óptica nacional, el escenario no pinta diferente. Según datos publicados por el IFE en su página de internet, Michoacán tendrá al menos dos diputados de cada uno de las tres principales fuerzas políticas lo que en teoría plasmaría un escenario equitativo así como de agendas plurales. Empero, ello es incierto. Basta ver los perfiles, apellidos y trayectorias de quienes ocuparán un escaño en el Senado para imaginar si quiera el nivel de reflexión y defensa política que Michoacán tendrá en la máxima tribuna legislativa. Es muy probable que en los próximos años desde el Senado se impulsen la entrega de “kits de uñas” como estrategia de desarrollo económico para los jóvenes del estado.
México es un país de urgencias donde si acaso, se actúa de manera a prisa. Mientras que en lo nacional se alega un fraude y se deja de lado la construcción de una agenda opositora con nivel político, en los estados, en Michoacán, se amarran los escaños y se dejan de lado también, las agendas. A 13 días de la elección Presidencial México tiene los mismos retos que antes del 1 de julio. La diferencia es sencilla e importante: mientras otros países discuten con fuerza sus diferencias en pro de su propia gente, México como en el pasado reciente…llorará en el futuro la incompetencia de su actuar. Es tiempo de la sociedad civil.
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