El Tribunal y que todo fue una “chulada”
Por Paul Alcántar
Foto: zonafranca.mx
“…es momento de dar el siguiente paso y transformar la democracia esencialmente electoral en una de resultados…” ¿En verdad lo hará Enrique Peña Nieto?
19 millones de votos, ejercidos “libremente” según lo dictaminó el carísimo Tribunal Electoral, son los que llevarán al de Atlacomulco a la presidencia de la República. El dictamen de aprobación de la elección pasada no deja un buen sabor de boca y mucho menos un precedente político que impidan excesos futuros para que el PRI o cualquier partido recurra a gastar más de lo que la ley le permita.
La calificación del TEPJF deja un vacío interpretativo del uso de los millones que se usaron para influir en la elección, sumando el apoyo EVIDENTE de los medios de comunicación que tuvieron una participación indiscutible para la promoción del mexiquense en sus espacios informativos y de la farándula.
¿A quién se le quiere engañar? el uso y abuso de los recursos con los que contaba el aparato del tricolor influyó para que el Copete más lindo de la televisión mexicana subiera en popularidad ante una sociedad estática que no cuestiona y admite lo que escucha y lo que observa. El problema de quienes impugnaron la elección es que no pudieron demostrar lo que acusaban a detalle, descalificando a medias un proceso electoral que les benefició para puestos legislativos y no así para elegir al presidente de México.
La izquierda queda herida y el papel de Andrés Manuel López Obrador será evolucionar su discurso opositor para reivindicarla; ser coherente con lo que aclama y deslindarse de quienes lo usaron para ganar posiciones en el legislativo. De la elección del 2006 quedó la experiencia del descrédito social hacia las acciones del Peje, ahora deberá tomar otra estrategia que sume adeptos y no gane enemigos.
Es una lástima que el Tribunal Electoral omita en su resolutivo el daño que se hace a la democracia con las prácticas clientelares que el PRI realizó para ganar Los Pinos. Ningún precedente obligará a la próxima legislatura para sancionar debidamente a quienes usen ilimitadamente dinero para ganar a cualquier costo.
Mientras tanto veremos lo que Peña pretenderá en este gobierno, encabezando un presunto proyecto que no tiene pies ni cabeza y con una percepción de desgobierno que no llevará a un buen puerto a este barco llamado México.
Qué mala noticia para todos.
Chapulines
- El asunto de la Nueva Jerusalén no tiene para cuándo. El gobierno federal y el gobierno estatal siguen sin tomar cartas en el asunto y ya van para dos semanas en el conflicto. Nadie se quiere meter, nadie quiere asumir una responsabilidad. Como siempre, la impunidad persistirá en aquella comunidad.
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