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El nuevo dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza, aseguró durante la toma de protesta en el cargo, que las acusaciones de corrupción y de impunidad son los elementos más adversos a la clase política en el país, siendo la razón por la cual los partidos son cada vez menos el canal a través del cual se expresan las demandas ciudadanas más sentidas.
Por lo que dijo que se debe de reaccionar para que dichas actividades no “lastimen” al partido, a los militantes y simpatizantes, asegurando que “Tenemos que ser un Partido que señale la corrupción de los gobiernos emanados de nuestras filas, que exija su fiscalización, incluso su destitución”, así como de políticos con antecedentes de corrupción, impedirles el acceso a candidaturas en todos los niveles de gobierno.
En un discurso que especialistas catalogaron como un informe de actividades del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, mencionó el nuevo líder del tricolor, algunos de los logros realizados en la actual administración federal.
El originario de Morelia, Michoacán, aseguró que en su nueva etapa profesional, “vigilaremos a los otros partidos por igual”, insistiendo en que se debe tener un partido que denuncie actos de corrupción, “pero también que sepa defender la buena reputación de los militantes y de su partido en todos los casos ante la corrupción, lo peor es el silencio y la omisión”.
