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Anunció Su Muerte En Facebook, Papá No Le Creyó Y Su Amigo Borracho La Mató

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Digno de un Creepy Pasta (o lo que es lo mismo, un texto tenebroso de la web): Esta es la historia –real- de Kayleigh Lawrie, una chica de 14 años que predijo en Facebook su muerte.
Su padre, Scott Lawrie le dijo su hija que no fuera tonta cuando ésta escribió en  la red social que estaba convencida de que iba a morirse. Y sólo minutos después, el conductor ebrio del coche en el que iba la adolescente se salió de la carretera por andar recogiendo un cigarro que se le había caído entre los pedales.

El papá de la víctima difundió esta foto de su hija ´para concientizar a los jóvenes del valor de la vida y el no conducir alcoholizados
El papá de la víctima difundió esta foto de su hija ´para concientizar a los jóvenes del valor de la vida y el no conducir alcoholizados
El vehículo salió disparado por la cuneta, voló unos 18 metros y se estrelló. Kayleigh Lawrie murió en el acto, mientras que su acompañante, un niño de 13 años, se le fracturó la mandíbula y sufrió heridas por toda la cara.
En tanto, Steven Hayter, el conductor que doblaba el límite de alcohol en sangre permitido, sobrevivió para enfrentarse a la justicia por su falta de responsabilidad. Scott Lawrie también sobrevivió.
Las primeras indagatorias refieren que Hayter estaba conduciendo el vehículo en un estilo que la acusación de su juicio ha tildado de «Fórmula 1»; venía de pasar siete horas bebiendo (ocho cubas y varios vodkas) y, tras unas horas de sueño, había tomado un par de vasos de vino antes de empezar su viaje a visitar un banco en Skegness (en el distrito de Lincolnshire, Inglaterra).
En cuanto recogió a los dos adolescentes y a Scott Lawrie, casi se salió de la carretera en dos ocasiones. Tomó una curva por el lado equivocado y casi obligó a un camión a salirse del camino.
«En Alford, el coche se detuvo y los adolescentes permanecieron dentro», narró Andrew Scott, abogado de la acusación. «Kayleigh escribió en Facebook: ‘Creo que me voy a morir xx [besos en la jerga cibernética] los quiero a todos’. Explicó que era porque tenía miedo».
Las pesquisas refieren que los muchachos luego pararon de nuevo en una gasolinera: Hayter casi rompió la manguera de la estación al dar marcha cuando ésta aún estaba conectada a su vehículo. Luego se dio cuenta de que estaba a punto de repostar con diesel cuando su coche necesitaba gasolina.
Una vez en este punto, los adolescentes avisaron que querían estacionarse allí mismo porque tenían miedo. Scott les dijo que no fueran tontos.
Y fue justo en ese punto cuando las cosas se torcieron del todo: Hayter, camionero profesional, empezó a conducir a más de cien por hora. Vino entonces  el accidente: «Kayleigh perdió su vida por tu desastrosa conducción», le recriminó en el juicio el perito Timothy Spencer.
Tras lo cual le recriminó: «Era una tragedia totalmente evitable e innecesaria. Ni siquiera entiendo por qué era tan importante viajar esa noche. Hasta Kayleigh se dio cuenta mejor que tú al escribirlo en Facebook».
El abogado de Hayter dijo que su cliente «acepta que es el único responsable de la muerte de Kayleigh. Es algo que pesará sobre su conciencia mientras viva»., ante lo cual ha sido condenado a seis años de cárcel.
La madre de la chica, Charlotte Buxon, la describió como una jóven «brillante, feliz, adorable, que vivía la vida al máximo. Amaba a los animales, entre ellos su gato y su perro. Tenía mucha voluntad y sabía lo que quería de la vida.

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