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El pasado martes, al rededor de las 5:00 de la tarde una patrulla de la policía estatal, Guardia Civil, detuvo a Yadira Mercedes Silva, abogada, Maestra de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en Uruapan, Michoacán.
Ella viajaba en compañía de sus 2 hijos de 6 y 8 años cuando fue interceptada por la autoridad, quienes le dijeron que el vehículo que conducía parecía robado y que además ella parecía esposa de narcotraficante.
También con insultos le dijeron que la revisarían y al vehículo también, por lo que ella tomó a sus hijos y por el temor a que algo les hicieran los resguardó en un club deportivo que estaba a escasos 20 metros.
10 minutos más tarde, cuando regresó a su vehículo donde permanecían los policías, la esposaron y la golpearon varias veces en la cabeza, diciéndose entre ellos: «súbela, cierra los vidrios y allí le das» por lo que una vez que la subieron a la patrulla empezaron a golpearla en la nuca y a jalarle los cabellos.
La pusieron a disposición de la policía municipal por una supuesta falta administrativa y aseguraron el vehículo sin causa alguna.
Finalmente, todo se tradujo en una violación flagrante a sus derechos humanos y a la violencia contra la mujer.
Yadira fue directora del Refugio de Mujeres Víctimas de Violencia hace un par de años y resulta que quien enseña a los jóvenes sobre el derecho y quien estuvo a cargo de proteger y cuidar a las mujeres violentadas, hoy sea víctima de violencia.
Es un ataque no sólo a la libertad personal, sino también a la dignidad y a la integridad física y emocional, una agresión física y psicológica viniendo de una autoridad deja una huella mucho más profunda de desamparo, de indignación y de impotencia.
El Municipio de Uruapan ocupa el primer lugar en robo a transporte a nivel nacional, los primeros en robo a vehículos y homicidios, donde la ciudadanía sufre a diario extorsión y chantaje por parte de la policía.