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El papa León XIV reafirmó que la familia solo puede fundarse en la unión entre un hombre y una mujer, y defendió la dignidad de los nacidos, los ancianos y otros sectores vulnerables, en lo que fue su primer discurso ante diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.
«La familia humana no puede prescindir de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer», declaró el pontífice estadounidense.
También insistió en la necesidad de proteger la vida humana desde la concepción, subrayando que la dignidad de cada persona inviolable. En esa misma línea, expresó su rechazo hacia el aborto y la eutanasia, repitiendo la postura tradicional de la Iglesia Católica.
Aunque aseguró que la Iglesia está llamada a acoger a todos con respeto y sensibilidad, dejó claro que no está dispuesta a modificar su doctrina respecto al concepto de familia. Además, hizo un llamado a los gobiernos de todo el mundo para que inviertan en políticas que fortalezcan a la familia tradicional.
“Debe de aplicarse para construir sociedades civiles, armónicas y pacíficas. Esto puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer, bien pequeña, es cierto, pero verdadera sociedad y más antigua que cualquier otra”, expresó el representante de la Santa Sede.
León XIV, que eligió la paz como eje de su pontificado, también aprovechó su discurso para advertir que las palabras pueden ser tan dañinas como las armas:
«También se pueden herir y matar con las palabras», afirmó.
Como era de esperarse, sus declaraciones generaron aplausos por parte de sectores conservadores que lo celebraron, pero también críticas de organizaciones que defienden los derechos de personas LGBTQ+ y el acceso al aborto legal.