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Estados Unidos ha comenzado a cancelar visas a políticos mexicanos que estarían presuntamente vinculados con el narcotráfico, se trata de una lista negra que está elaborando desde Washington, la cual ya ha generado tensión con el gobierno federal de Claudia Sheinbaum Pardo.
La administración de Donald Trump está aplicando la Sección 212 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad para negar el ingreso a personas relacionadas con corrupción o crimen organizado, incluso sin necesidad de que enfrenten cargos judiciales. Entre los señalados figuran gobernadores, líderes de Morena y personajes cercanos al expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Uno de los casos ya confirmados es el de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y su esposo, Carlos Torres, quienes tuvieron sus visas estadounidenses revocadas. La gobernadora minimizó el tema afirmando «Mi conciencia está tranquila» y que tener visa «no es requisito para gobernar».
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum no tardó. La mandataria nacional dijo que Estados Unidos no ha solicitado oficialmente la entrega de ningún político y pidió «no adelantarse» hasta que haya información formal. Agregó también que, en caso de haber alguna solicitud o investigación, será la Fiscalía General de la República quien determine el curso de acción.
«Estaré tratando el asunto con paciencia y cabeza fría», declaró Sheinbaum.
Además de las cancelaciones de visas, se especula que Estados Unidos podría avanzar hacia sanciones del Departamento del Tesoro, lo que implicaría el congelamiento de activos y la prohibición de realizar negocios con el sistema financiero estadounidense.
Aunque la lista completa de personas sancionadas aún no es pública, estas acciones abren un nuevo capítulo en la relación México-Estados Unidos y colocan al actual gobierno mexicano en una posición incómoda: defender la soberanía sin romper con Washington.
