STAFF/@michangoonga
En contexto con el homicidio contra el jefe de Tenencia Morelos, Caleb Rodríguez, ocurrido hace apenas 2 días, una amiga cercana escribió este emotivo mensaje para él.
Como el mismo ocaso cuando termina el día, así apagaron tu luz, pero tu brillo trascenderá siempre en todos los corazones que tocaste, Caleb.
Ha sido una noche larga y un día trastocado por la sed de justicia, por la incertidumbre, por el dolor y el llanto de las familias de Tenencia Morelos, quienes se han reunido en esta Plaza Principal para darte el último adiós.
Nos arrebataron tu cuerpo pero no tu esencia, no tus sueños, seguiremos con tu legado, expresaba contundentemente una de las colaboradoras del equipo de Tenencia Morelos, al describir a Caleb como una persona valiente, de trabajo, de resultados y que sin importar el día o la hora ahí estaba para servir a su gente. ¡Nunca decía que no!
En este vaivén de emociones, de coraje, tristeza, rabia y desesperanza que se vivía en este homenaje póstumo, hubo un espacio para llamar a la paz, a la cordura y el perdón.
Don Germán, padre de Caleb, pidió a los habitantes de Tenencia Morelos, amigos y familiares, no tomar justicia por sus propias manos.
Las autoridades, si es que pueden arreglar este asunto qué bueno y si no, hay un Dios Todopoderoso, el Todopoderoso sabrá de qué manera arreglarlo. Les pido que no tomen la justicia por sus manos, ¡yo no lo voy a querer para nada así!
Con el dolor que lleva dentro, Don Germán, mostró su gran fortaleza y parafraseó aquel pasaje bíblico cuando al Todopoderoso le arrebataron a su hijo de una manera despiadada, a Cristo Jesús, lo clavaron en un madero y le pusieron una corona de espinas, gente cruel que no sabía lo que hacía.
Y entonces él, Cristo Jesús, suplicó a su padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, y esta persona que hizo esto, quitarnos a Caleb, tampoco supo lo que hacía, el dolor tan grande que estaba causando, ¡Por favor, dejen la justicia en manos de Dios!
Caleb Rodríguez Pérez, el amigo, el joven entusiasta, comprometido con su comunidad, el que tenía tantos proyectos ambientalistas, de protección animal, de gestión de obras, el amigo de todos, ¡era gente!, compartían con orgullo los adultos mayores que aún no daban crédito a lo que había ocurrido.
Una familia destrozada, una hija que siempre extrañará a su padre, una hermana que pide una oración en memoria de Caleb, y que guardemos siempre su sonrisa, que lo recordemos como el hombre empático, amoroso, leal y trabajador que siempre fue.
Un pueblo que exige justicia, y que llama a las autoridades a cumplir con sus responsabilidades, que este hecho no quede en la impunidad como otros que han ocurrido en Tenencia Morelos y que no han sido resueltos. Hoy aqui, no hubo eco ni buena recepción a los discursos políticos.
Caleb fue llevado al panteón que él mismo gestionó para la tenencia Morelos, porque decía que era importante tener un espacio digno en el descanso eterno; esta obra aún está inconclusa, por lo que el equipo de trabajo de Tenencia Morelos pidió apoyo a la ciudadanía para concluirla así como deseaba Caleb, y que, por cierto, días antes había ido a reforestar.
Entre música de banda, porras, con el agradecimiento de haber coincidido en este camino, pero el dolor de verlo partir, con un aplauso a su gestión y grandes acciones que realizó en estos meses que se desempeñó como jefe de Tenencia Morelos, despedimos a Caleb Rodríguez Pérez.
En mi memoria queda su sonrisa sincera, el trato amable, su transparencia al expresarse, su energía, su disposición para ayudar, su esfuerzo diario para ser un gran padre… el ir y venir en el pasillo de la oficina, el saludo matutino, ¿cómo andas?, y en algunas ocasiones verlo llegar con su pequeña hija, ayudándole con su dibujo y crayolas.
¡Hasta siempre, Caleb!
