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En un fraccionamiento de Ciudad Caucel en Mérida, Yucatán, un chavo logró atrapar un alacrán gigante que se encontraba en su vivienda. Una vez que capturó al animal, Arcángel Gabriel le sacó fotografías para difundir entre sus conocidos, pues le sorprendió el gran tamaño del escorpión.
A pesar de su impactante apariencia, el alacrán gigante resultó ser de una especie cuyo veneno tiene un pobre efecto sobre los seres humanos. Es un espécimen conocido como «diplocentrus». Aunque su hábitat es la Península de Yucatán, es poco común verlos.
Las autoridades ambientales piden no matarlos, pues tienen una función específica en el ecosistema, controlando plagas de insectos perjudiciales para el ser humano. Esta especie de alacrán presenta color naranja, marrón o rojizo, además de tener unas tenazas grandes pero aguijón pequeño.
