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Hanna Paulina «S», mejor amiga y pareja intermitente emocional y sexual de Diego Urik «N», presunto feminicida, aceptó el haber tenido en su poder, un hacha con mango de madera, misma que resguardó en favor al presunto feminicida y que a menos de 24 horas de tenerla en su domicilio, se enteró del uso que planeaban darle, en torno al cuerpo de la joven maestra Jessica González Villaseñor.
Hanna «S» confesó que durante la tarde del miércoles 23 de septiembre del 2020, Diego «S» mejor amigo de Urik, la llamó por teléfono y le pidió verla para hablar con ella, pudiéndose escuchar el nerviosismo del joven, aún vía telefónica, por lo que la chica, aceptó el encuentro de inmediato.
“Diego ‘S’ me llamó y me dijo que si podía ir a casa de mis abuelos, yo le dije que sí, fuimos a un área verde, nos sentamos y me preguntó que si Urik me había contado lo que había hecho, yo le dije que sí, para que me contara» declaró Hanna.
Tras continuar con el relato, el ambiente en la sala de oralidad comenzó a tornarse pesado, mientras Hanna relataba cómo Diego «S» le contaba el aterrador momento en que se dio cuenta que su mejor amigo Urik, había asesinado a una chica y mantenía su cuerpo en el maletero del vehículo tipo Polo, Volkswagen.
“Diego ‘S’ me dijo que él no se acercó al vehículo, hasta que vio que Yahir hizo un gesto de ‘No’ con la cabeza, y me dijo que vio una mujer muerta en la cajuela, lo supe, porque tenía espuma en la boca», dijo Hanna, mientras intentaba seguir hablando, sin que se le cortara la voz, al recordar el momento traumático.
Tras tomarse un respiro, Hanna siguió con el relato, que con cada palabra, se tornaba más oscuro, pues Diego «S» le hizo saber con qué fin se había comprado el hacha que la chica mantenía en su domicilio, confesándole que si no se había utilizado, es porque «no habían alcanzado».
«Él me dijo que no la habían alcanzado a usar, porque Urik les había comentado que la iban a usar para cortarla, pero no habían alcanzado», refirió la joven, aún con los ojos llorosos.
Hanna también externó que Diego «S» le confesó tener miedo porque fueran a encontrar el cuerpo de la maestra Villaseñor, mismo que Diego «N» había envuelto en una sábana y arrojado a la maleza, después de pegarle con una piedra en la cabeza.
«Él me empezó a decir que tenía mucho miedo de que la encontraran y Diego «S» empezó a llorar, preguntándose porque Urik le había hecho eso (…) Dijo que Urik la cargó, se metió en la maleza y usó una piedra para pegarle en la cabeza», relató la joven entre sollozos y la respiración agitada.
Hanna concluyó su relato, confesando que en algunas ocasiones, Diego Urik también la había tratado mal, refiriéndose a ella con adjetivos calificativos como «zorra» y «puta» además de mencionar superficialmente, que durante la estancia de Urik en prisión, esta había recibido mensajes de texto de parte de él.
«Me escribió y me dijo como nos decíamos en ese momento, además, me dijo un número que solo él y yo conocíamos», finalizo Hanna, quedando como testigo liberada por parte de la Fiscalía General Del Estado (FGE).