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Tal vez esto te pueda parecer una nota-broma de Santos Inocentes pero de una vez te decimos que no es así, aunque suene raro lo que leeras: El 21 de diciembre tiene un peso específico en varias culturas esotéricas, pues incluso a nivel cristiano se menciona que en esa fecha cada año los ángeles “bajan” del cielo para brindar a los humanos un poco de “paz” celestial acorde a la Navidad.
Pues bien, para los mayas el 21 de diciembre también tiene un significado particular, propicio para que Kukulkán (Quetzalcoátl) descienda del cielo; y este pasado 21, los sacerdotes de esa cultura temen que se haya producido el presagio de malos tiempos por venir.
Todo, a partir de que en el cielo se observó el fenómeno conocido como ‘helón’, unas iridiscencias solares que de acuerdo con los mayas es augurio de fenómenos naturales graves que puede afectar a la humanidad.
La antropóloga Ana Patricia Martínez Huchim explicó que «se trata de iridiscencias que suelen aparecer en el cielo como manchas irregulares de colores que suelen formarse en las cercanías donde aparecen el astro rey o la Luna. Los colores que presentan las iridiscencias dependen del tamaño de las gotas en las nubes, siendo los colores más brillantes cuando las gotas son de mayor tamaño, y del ángulo de visión del observador».
Dicho helón fue observado y fotografiado el pasado sábado 21 de diciembre, y quienes lo vieron lo describieron como un fenómeno singular pues en la actualidad hay mucha gente que no lo conoce y que desconoce el significado que tienen para los mayas peninsulares.
El joven lingüista Aarón Puc Chi, quien pudo ver el fenómeno lo describió de la siguiente forma:»Alrededor de las 3:40 de la tarde, observé al helón ubicándose en una posición cenital, con una leve inclinación por el suroeste (por el sur y el poniente), además de él había otros parecidos a dos rayas más abajo, no se distinguen muy bien, ya que por ratos aparecían y desaparecían, en sí por momentos hasta se parecían que habían dos soles».
En tanton que Luis Vera de Tahdziu y Atanacio Dzib, de Tahdziú y kayaktuk (Tzucacab) respectivamente, aseguran haberlo visto en el sur de Yucatán.
La antropóloga Martínez Huchim, dijo que es un fenómeno raro que está asociado a enfermedades o catástrofes naturales, mientras que por su parte, Bernardo Caamal, de la Fundación Produce de Yucatán, dijo que dependiendo del color y la hora, tiene una interpretación asociada generalmente a sequía y hambrunas.
«Escuché de los sacerdotes mayas decir que es Kukulkán descendiendo, siendo 21 de diciembre es el primer año maya», señaló Puc Chí.
No obstante para la nueva generación de mayas este tipo de fenómenos celestes es desconocido, porque es la primera vez que escuchan el nombre del helón.
«Tal vez para algunos sería como un arcoiris nada más, pero sería prudente investigar a mayor profundidad», dijeron.
Por su parte María Luisa Góngora Pacheco (promotora cultural) de Oxkutzcab, al hablar sobre el helón, dijo que lo vio hace varios años y que fue en la mañana «cuando sucede este tipo de fenómenos, son mensajes de los dioses mayas y que están relacionados a catástrofes que afectarán a la humanidad; su posición, la hora y la coloración son aspectos a considerar para saber en referencia a su significado».
