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Entre los recuerdos y la nostalgia, pero sobre todo música de Chava Flores, más de un centenar de fans morelianos del cantautor disfrutaron de una noche bohemia en la que revivieron canciones como “La tertulia”, “México, Distrito Federal”, “El gato viudo”, “A qué le tiras cuando sueñas, mexicano”, “La interesada”, “Tomando té”, “Llegaron los gorrones” y “Peso sobre peso” (La Bartola), que lo encumbraron entre los consentidos del pueblo mexicano durante el siglo XX.
El homenaje organizado por Poliforum Centro de Innovación Social (CIS), en conjunto con Linda Flores y Cafetería Punto y Coma, en el marco del aniversario luctuoso de Chava Flores, movió a nostalgia a no pocos de los asistentes que conocieron en vida al compositor y su esposa, compartiendo vivencias con el autor de “La Bartola”, una de las canciones más populares entre mexicanos de clases media y baja durante el siglo pasado, interpretadas por cantantes de la talla de Pedro Infante y José Alfredo Jiménez.
Martha Luna, concesionaria de Punto y Coma, dio la bienvenida a los presentes a este espacio que dijo es “un brazo de Poliforum y un espacio para actividades artísticas”, como este festival engalanado por Linda Flores y el recuerdo de Chava Flores, así como por los cantantes y compositores que participaron en el homenaje, como René Patiño, Javier Salazar, Mario Caballero y Polo Efrén, quienes hicieron de esta noche un homenaje memorable, de la talla del gran Salvador Flores Rivera, popularmente conocido como Chava Flores, el cronista musical de México.
El compositor y excelente guitarrista moreliano René Patiño acompañó a Linda Flores en su interpretación de las canciones de Chava, de quien Martha Luna recordó el epíteto de “narrador del pueblo” que el escritor Carlos Monsiváis atribuyó a Chava Flores, quien vivió sus últimos años en Morelia.
La velada tuvo sus momentos románticos con Linda Flores cantando temas románticos creados por Salvador, la mayoría inspirados en el amor que le profesaba a su querida Linda, una faceta poco conocida por el público, que exploró y aplaudió el casi inédito repertorio sentimental del cantautor chilango que vivió en Morelia, tales como Mi consentida y Cachito de retrato, entre otras que -reveló Linda- nacieron como poemas de Chava, que posteriormente musicalizó.
Recordó el inicio de su noviazgo con Flores a los 17 años de edad y que lo conoció por ser amigo de su padre, “terminaba con él porque no podía ser”, y cada vez que terminaban él le dedicaba un poema de su autoría, versos que dieron materia para un libro que retrata el sentimiento de Chava Flores y publicado con el título “Motivos para la locura”, que lo llevó casarse con Linda.
¿Por qué te casaste con Chava Flores?, le preguntaban, “yo creo que fue un castigo, porque cuando era niña me decían: pórtate bien o te lleva el viejo… y me llevó”, comentó entre risas.
Javier Salazar sacó del repertorio algunas canciones del homenajeado que interpretó con particular sentimiento, más aquella que le dedicó especialmente a su amigo Salvador Flores Rivera, al que describe más “como un padre” y de quien mencionó otro texto publicado: Relatos de mi barrio, del que Salazar describió: “es testimonio de que los compositores en México son como las cebollas, pues le dan sabor al caldo”.
Finalmente, el también cantautor interpretó la pieza musical “Salvador de Flores” que interpretó en el marco del Festival OTI de 1978, en tributo a Chava Flores.
El dueto integrado por Polo Efrén y Mario Caballero refrendó su admiración por Chava Flores y la difusión de su legado al interpretar sus canciones con una propuesta basada en el acompañamiento de guitarra y acordeón, arrancando los aplausos de la audiencia con un estilo que combina entretenimiento humorístico y conserva los rasgos, letras y lenguaje en doble sentido y albures, que “el narrador del pueblo” imprimía en sus temas.