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Un comercial donde una pareja homosexual se besa causó controversia en Reino Unido a tal grado que algunos ciudadanos recolectaron firmas para cancelarlo pues consideraron que se trata de un video “sexualmente gráfico” que atenta contra los menores de edad.
La marca “Cadbury” fue quien lanzó dicho comercial promocionando sus chocolates “Creme Egg” y argumenta ser una empresa incluyente y progresista que difunde mensajes de inclusión por medio de campañas y de sus productos.
La activista católica Caroline Farrow, creadora de la petición en citizengo.org, considera que dicho comercial está «tratando de ofender gratuitamente a los miembros de la comunidad cristiana», situación que la motivó a hacer un llamado a la Autoridad de Normas de Publicidad (ASA).
«Dado que los niños a menudo copian lo que ven en la pantalla, el anuncio constituye una forma de acicalamiento, exponiendo a los niños a contenido sexual gráfico e inapropiado», declaró Caroline Farrow.
Caroline considera que el comercial «objetiviza sexualmente a las personas» y demuestra un objetivo implícito de vender sexo a niños «utilizando la tapadera de inclusión y diversidad», pensamiento que apoyan hasta el momento, a través de su petición, al menos 60 mil 300 personas.
Por su parte, un portavoz de la ASA (Autoridad de Normas de Publicidad) informó que el comercial en cuestión no infringe ninguna regla de publicidad, por lo que no se tomará ninguna medida sobre las quejas contra el comercial.
