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El presidente Enrique Peña Nieto declaró a las autoridades de forma incorrecta sobre cómo obtuvo la casa de
Valle de Bravo. Ello acusa una investigación y publicación de la agencia internacional de noticias Reuters, la cual publicó que hace dos años Peña Nieto hizo pública su declaración patrimonial en la que reportó que dicha propiedad había sido una «donación» por parte de su padre.
No obstante Reuters solicitó información pública y encontró que en realidad el presidente mexicano adquirió la propiedad, «un terreno de mil metros cuadrados en el pueblo de Valle de Bravo, en 1988 de manos de un tercero», e indica que Enrique tuvo que pagar por el inmueble 11.2 millones de pesos, que en aquella época eran alrededor de 5 mil dólares, de acuerdo al Registro Público de la Propiedad y de Comercio. En su declaración la propiedad tiene un valor de 11,200 viejos pesos, unos cinco dólares en ese tiempo.
Reuters se declaró incapaz de determinar la razón por la que EPN declaró la compra como una donación y declaró a un precio inferior, de acuerdo a la publicación de Simon Gardner. En dicha declaración de bienes se muestra una lista de ocho propiedades inmobiliaria, de las que cinco son reportadas como donaciones. La agencia se dijo también imposibilitada de corroborar si dichas «propiedades, que incluyen casas y terrenos, fueron declaradas correctamente».
La agencia informó que intentó comunicarse con la oficina del mandatario mexicano pero no obtuvieron respuesta. Lo que sí indicaron fue que el Presidente «actualizará su declaración patrimonial anual, con más detalles, dijo un funcionario de Los Pinos. Aunque no revelará los activos de su esposa porque ella no es una servidora pública y no depende económicamente de él», expuso Reuters.
El Gobierno mexicano desmiente a Reuters
Por su parte Eduardo Sánchez Hernández, coordinador de Comunicación social de la Presidencia y Vocero del Gobierno de la República, aclaró a través de un comunicado de prensa que «la propiedad en cuestión fue adquirida por el padre (finado) del hoy Presidente de la República, quien determinó ponerla a nombre de su hijo Enrique Peña Nieto, de entonces 22 años de edad».
El vocero presidencial calificó de «inverosímil» el que realizaran conversiones de «viejos pesos» a dólares. «Quiero resaltar que resulta inverosímil que pretenda convertir montos de 1982 usando un tipo de cambio actual (1 dólar = 15.3510 pesos mexicanos). No sólo omite calcular la inflación en México en el transcurso de estos 33 años y la plusvalía de los inmuebles con el paso del tiempo», se puede leer en el comunicado.
Sánchez Hernández señala que se buscó al autor del reportajes, «en su teléfono celular encontrará varios recados -escritos y de voz- del día de ayer, en los que hay constancia de que lo buscamos para atender su solicitud de información, así como varios correos electrónicos».
