Michoacán: del jardín de la Nueva España al patio trasero del Estado de México// By @dr00giemark
Michoacán: del jardín de la Nueva España al patio trasero del Estado de México. La crisis económica estatal en medio de las Reformas Estructurales
Históricamente, Michoacán es una de las pocas regiones del país que ha conservado en medida de lo posible sus tradiciones, costumbres, ideologías, imaginarios, culturas, etc., frente a las influencias extranjeras, pero fundamentalmente ante las presiones de la Federación por imponer su discurso y principios homogeneizadores. Por ello, a pesar de su colindancia con el centro y occidente mexicanos, la entidad puede considerarse la excepción de la regla y tratarse como un caso particular.
No obstante, al mismo tiempo que se ha afianzado esta autonomía socio cultural, podemos asegurar que México le debe muchas cosas a Michoacán, entre las más importantes: los principios fundacionales del Estado mexicano, la defensa del liberalismo y la Federación en momentos críticos del génesis nacional y los proyectos reformistas de mediados del siglo XIX.
Michoacán, considerado desde la Colonia como un pujante productor agropecuario y de metales ferrosos, aunque aislado en ocasiones del mercado mexicano postindependiente por los conflictos internos y la escasez de vías de comunicación, mantuvo un crecimiento-desarrollo estable con base en sus ramos productivos. Aunque estos no fuesen de primera línea en ciertos episodios del siglo XIX y XX, contó con una economía que se insertó de buena forma al mercado nacional y al de las regiones colindantes.
A mediados del siglo pasado y en vísperas del milenio, Morelia y las regiones culturales de la entidad, se mantenían relativamente tranquilas, alejadas de los reflectores nacionales; hablar de inseguridad en el pasado reciente significaba escuchar noticias de Distrito Federal, Estado de México, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, etc. Parecía que Michoacán antes del siglo XXI se encontraba aislado de las sinergias negativas y los crecientes índices delictivos en que se encontraba el país.
Gradualmente, el Estado comenzó a tener relevancia en los medios conforme la década de los noventa fenecía y el nuevo milenio avanzaba, pero con mayor saña e intensidad a partir de 2008, con el primer acto terrorista de la historia nacional; en sentido negativo cada vez comenzó a escucharse con mayor frecuencia de Michoacán, a ser catalogado como una entidad de alto riesgo, con altos índices delictivos, crimen organizado, comunidades rebeldes, en una entidad exportadora de migrantes, gobiernos ilegítimos e inoperantes y una economía paupérrima.
Aunque nuestros padres y abuelos tendenciosa o cómodamente culpen de todas estas cuestiones a una lineal y ascendente ‘diáspora de chilangos’ tras el terremoto de 1985, lo cierto es que en la entidad se dejaron de hacer muchas cosas en materia económica desde el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas: Desde 1980 disminuyó a niveles críticos la inversión en el producto agrícola: paulatinamente se debilitó el ramo minero; dejó de invertirse en infraestructura, comunicaciones y educación; todos ellos, sectores prioritarios para el desarrollo económico.
Paulatinamente la economía michoacana se volcó en sentido poco favorable a la producción terciaria; en castellano vil, el Estado se convirtió en un productor de bienes y servicios, en un malogrado promotor cultural-turístico, concesionarios de transporte público, vendedores al por menor, braceros e ilegales, además de contar con un sistema educativo maniatado por las presiones de ciertos sectores corporativos, aderezado con diversas políticas populistas, propias del priismo charro o del perredismo cardenista.
Los últimos quince años trascurrieron, sin darnos cuenta el problema económico y social de la entidad se agravó con una serie de gobiernos corruptos e inoperantes en las esferas estatal y federal, además de un ‘virreinato’ que por órdenes del Ejecutivo nos convirtió en el patio trasero del Estado de México, en una zona alejada del crecimiento económico, de los cambios y reformas estructurales.
El gobernador electo recibirá un Estado con una Hacienda y ramos productivos en ruinas, al mismo tiempo que se mantienen enconos internos irresueltos; también se le hereda junto con su población la deuda pública más grande de la historia de Michoacán, misma que asciende a 31.5 millones de pesos y contando, pues aún no se toma en cuenta el ejercicio fiscal de 2014.
Los michoacanos estamos endeudados por al menos tres generaciones, gracias a que desde 1997 se fabricó a capricho del cacique de la entidad una carrera política, cierto personaje pasó de diputado federal a senador y gobernador en menos de 5 años, solo por ser “el hijo del papá” parafraseando al finado ‘canaca’. Posteriormente le sucedió quién le hizo el trabajo sucio a esta familia desde tiempos pasados, cuando era porro de casa de estudiante y continuó el saqueo.
De los últimos gobiernos priistas ni hablamos, sabemos que no hubo condiciones o las delegaron a terceros, ustedes saben a qué me refiero. No obstante, en 2011 cuando las personas votaron en bloque por el tricolor, se hizo en el entendido de que Michoacán gestionaría recursos suficientes para aminorar los problemas económicos por los que se atravesaba al momento. Se habló de modernizar a la entidad y de ‘mover a México’ con una serie de mecanismos reformistas que supuestamente beneficiarían al grueso de la población nacional, once decretos de reforma aprobados desde 2012 para ser específicos:
Sin basarme en el orden de aparición, se prometió una reforma energética con la finalidad de abastecer energéticos a precios competitivos al mismo tiempo que se modernizaba al sector para promover la inversión; el chiste se cuenta solo, tenemos los servicios energéticos y combustibles más caros en el mundo, además de que ya comenzaron los despidos masivos en la trasnacional y el incremento de las inversiones de capital extranjero.
Así mismo, se impulsó una reforma de telecomunicaciones, supuestamente para fomentar la competencia efectiva en los medios de comunicación e internet al mismo tiempo que se permitiría ofertar mejores opciones a los consumidores reduciendo costes. Si claro, tenemos unas televisoras que monopolizan la información, “cultura” y entretenimiento, sin contar con que pagamos el cable e internet más caros y chafas de América Latina.
En paquete se impulsaron una serie de reformas: de competencia económica, con la finalidad de regular la relación entre las empresas para asegurar una sana competencia, que se traduzca en mayor variedad de productos y servicios a mejores precios; financiera, para crear la condiciones para que particulares y empresas obtengan diversas opciones de créditos baratos; Hacendaria para incrementar equitativamente la recaudación y regularizando al sujeto fiscal para que el Estado atienda sectores prioritarios como la educación, la seguridad social e infraestructura; y laboral, supuestamente para flexibilizar el mercado de trabajo, mediante el estímulo de la formalidad y la captación de la población a las actividades laborales y profesionales.
Al enunciarles no paro de reír y quizá ustedes de llorar: carecemos de empresas en el estado y de competencia para generar nuevas opciones al consumidor a niveles federales, lo cual imposibilita la adquisición de productos de calidad y precio al consumidor; los créditos otorgados a los particulares tienen tasas elevadas e incómodas, parecidas al agiotismo, solicitar dinero al banco es igual que pedirle a la vecina que presta a réditos; de la reforma hacendaria, sólo puedo decir que México aún tiene un sistema fiscal deficitario, impráctico e inoperante, aunque se intenta regularizar a los sectores informales, estos crecen a falta de oportunidades y al mismo tiempo la carga fiscal continúa recayendo en la clase media en vías de extinción. Como siempre al perro más flaco se le cargas todas las pulgas; finalmente en materia laboral, Michoacán es uno de los Estados con menor oferta laboral y salarios por debajo de la media nacional, al salir de las Universidades los jóvenes debemos emigrar o trabajar de lo que sea literalmente.
Y la letanía de reformas continúa, con la educativa: en teoría desde hace dos años se garantiza el ejercicio del derecho a la educación integral y de calidad con la finalidad de que el estudiante triunfe en el mundo globalizado. En la realidad, se ha comprobado que la educación por competencias deshumaniza al individuo, le invita a no pensar y/o cuestionar su entorno al mismo tiempo que lo prepara para ser un engranaje del sistema. Sin contar con que los gremios educativos son una reverenda porquería que tienen aprisionada la educación y que se carece de la infraestructura necesaria para ofertar esa educación de calidad e incluyente que tanto prometieron.
Al mismo tiempo se instauró un nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales, y una Nueva Ley de Amparo, supuestamente para garantizar que todo individuo sea juzgado con los mismos procedimientos y evitando abusos de los poderes públicos. Nuevamente me mofo de sus reformas, sabemos que en este estado y país, la justicia es ciega, torpe y está al servicio del que paga o del que tiene influencias.
Las elecciones pasadas se celebraron como un experimento de la Reforma Política-Electoral, que tiene por objeto consolidar la “democracia”, promover la colaboración entre los poderes de la unión, fomentar la participación ciudadana, brindar certidumbre, equidad y transparencia a los comicios. Aunque ya he hablado de las virtudes y desgracias del proceso electoral pasado, todo queda en buenas intenciones; tenemos casi una decena de partidos que no representan opciones reales para la ciudadanía; los poderes de la Unión a veces en lugar de colaborar entorpecen las funciones entre ellos; y las elecciones pasadas, a pesar de la civilidad plasmada, destacaron por el desinterés generalizado y por contar con el menor índice de participación de los últimos 30 años.
Finalmente, se aprobó una reforma en materia de transparencia, para otorgarle al ifai autonomía constitucional y aumentar sus facultades para evaluar el trabajo de los servidores públicos y fomentar la rendición de cuentas. A pesar de esto yo sigo esperando que castiguen a los causantes del saqueo económico y de los abusos de poder en Michoacán, lo cual seguramente no pasará, o los hacen diputados plurinominales o directivos de Conade.
Bueno después de todo esto ustedes dirán ¿las reformas que tienen que ver con Michoacán? Técnicamente mucho, porque además de que no existen las condiciones internas para su establecimiento optimo en la entidad, uno de los grandes promotores de estas reformas estructurales fue el actual gobernador electo cuando era presidente de la mesa directiva del Senado, si no me falla la memoria. Silvano Aureoles considerado ‘el buen gestor’ contribuyó a la aprobación de estos mecanismos que nos gusten o no, bajo nuestro permiso o desaprobación forman parte del nuevo modelo de nación.
Esperemos entonces dos cosas: Que después de más de doscientos años por fin llegue la modernidad a Michoacán y a México, cuestión que se intenta desde las reformas borbónicas del último tercio del siglo XVIII. Y aunque los cambios son pensados a mediano y largo plazo, que los ramos económicos en la entidad se activen de a la brevedad posible. Esperemos que el ascenso a la gubernatura de Aureoles Conejo sea productivo, que en realidad sea un nuevo comienzo, para toda la población de Michoacán y no sea la gubernatura una dádiva de la Federación tras la aprobación de su proyecto “post modernizador”. Que las malas lenguas se aplaquen entonces, pues es curioso que el PRD gane Michoacán cuando a nivel nacional se desmorona de forma acelerada.
Nuevamente pregunto, si es tiempo de un nuevo comienzo En su gobierno, ¿por fin Michoacán podrá quitarse de encima el cacicazgo de los Cárdenas?, esperemos que así sea pues si ello no ocurre, la entidad y su gobierno serán más de lo mismo.
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