Cuando los que mandan pierden la vergüenza// By @CarlosArrietaLl
Lo bueno, Lo Malo y Lo Feo, trata de plasmar, incluso con analogías, los principales matices de uno o varios sectores de la sociedad, que invariablemente repercuten en la vida diaria de la ciudadanía, desde diferentes trincheras locales, estatales, nacionales e internacionales y cierra con un colofón o una frase.
Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto
Lo bueno
Afortunadamente las inclemencias del tiempo no cobraron vidas humanas, a pesar de la intensidad que cobraron, las bajas temperaturas, las fuertes granizadas y las copiosas lluvias del fin de semana en la entidad.
El reporte que se tiene al respecto, es que todo quedó en pérdidas humanas; no es lo deseable tampoco, pero fue un escenario menor al que se esperaba.
Lo malo
No tenía contemplado pronunciarme en torno a estas lamentables inundaciones y afectaciones a cientos de familias en Michoacán por las severas lluvias y granizadas de los últimos días, pero no se puede dejar a un lado la ineptitud, incapacidad, ceguera y sordera de nuestras autoridades.
Una vez más, los responsables de las políticas públicas y de la seguridad de los michoacanos, intentaron solucionar la desastrosa afectación social con un show mediático de despensas.
Sin embargo, por años, la ciudadanía ha pedido a gritos una solución efectiva a sus necesidades; no es con repartición de láminas o dádivas a los más afectados, como se resuelve esta aguda problemática.
Se requieren, por un lado, acciones concretas y planes virales de prevención a desastres, que es como esto puede disminuir de manera considerable. Ante ello, nuevamente, los tres órdenes de gobierno mostraron su incapacidad a la reacción, y ya ni hablar de proactividad.
Lo feo
Es una pena, que ¡otra vez!, cientos de familias sean víctimas de la desatención y de la carencia de un real programa de desarrollo urbano que contemple la mejora de la infraestructura.
Tampoco se vio por parte de las autoridades, una campaña de meses, efectiva y previa de concientización para tratar la basura; pero mucho menos, se tiene -en todo México- un verdadero programa de alerta para no impactar aún más de manera adversa las bondades de la naturaleza.
Es muy lamentable también, que pese al empeño de los que sí han cumplido con lo que les corresponde, no sea suficiente para contrarrestar por sí solos los embates de la naturaleza.
No obstante, creo -aunque se considere un acto de fe-, que en el grueso de la población podría estar la respuesta, para que a grandes problemas, se exijan grandes soluciones.
En ese sentido, recordemos que “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.
Reitero, mi solidaridad con los afectados y mi repudio a la parsimonia de las autoridades.
Empero, usted tiene la mejor de las opiniones. Nos saludamos la próxima semana…
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