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La más reciente llamada telefónica entre Barack Obama y Enrique Peña Nieto se centró en el tema migratorio, no obstante, la plática tuvo otra vertiente poco difundida, el tema de seguridad y especial, el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos hace dos meses en el estado de Guerrero, al sur de México.
Una versión difundida por el diario español El País, refiere que fuentes anónimas filtraron parte de la conversación entre los mandatarios, donde Obama centró su atención en la violencia en México, calificando el caso de Iguala, Guerrero, como un crimen atroz y bárbaro que debe ser investigado de forma exhaustiva, transparente y sin demora, para lograr justicia y castigar a los culpables.
El Papis señala que Obama “manifestó su profunda condolencia a los familiares y amigos de las víctimas”, y los dos presidentes discutieron sobre la “necesidad de seguir trabajando para atender cuestiones que afectan la seguridad ciudadana de ambos países”.
En caso de comprobarse dicha conversación, sería la primera vez, al menos oficialmente, que los dos presidentes tratan directamente el caso, el cual generó un gran movimiento social de protesta en México.
