Podríamos regresar a lo natural
Por SANDee
En serio, sí podemos cultivar nuestra propia comida si nos lo proponemos.
Mucha gente, alrededor del mundo está despertando a este pensamiento, las noticias en las que se relaciona a los fertilizantes y pesticidas con las elevadas tasas de cáncer, alergias, enfermedad renal, asma y muchas más, son el aliciente para considerar la calidad de lo que llevamos a la mesa.
El espacio no es pretexto, cualquier contenedor, un poco de tierra, un rincón en donde les dé el sol, quizá un poco de composta y es todo.
Neta que no necesitas un terrenazo para sembrar, porque las viviendas de ahora ya son más pequeñas, pero sí puedes sembrar por ejemplo cebolla, ajo, chile, maíz, fríjol, calabazas, papa, zanahoria y jitomate por lo menos.
Si tienes plantas de ornato, ¡qué no tengas hortalizas!
La composta es súper fácil de hacer, en un bote una capa de tierra y después el desperdicio orgánico que sale de la cocina, claro, menos la carne de cualquier tipo, recuerda, tiene que ser vegetal y fácilmente degradable.
A cada capa de desperdicio orgánico se le agrega otra de tierra, y así sucesivamente, de vez en cuando, lo revuelves y lo tapas. En un mes o dos está listo para las macetas. Pero tápalo súper bien para que no genere un problema de bichos domésticos.
Haz el experimento, en lugar de aventar los botes de leche o de yogurt de litro a la basura, conviértelos en una maceta, aviéntales ahí esos tomates que ya están “pasaditos”, dales agua y sol y verás que gran satisfacción verlos crecer hasta que maduran y los puedes llevar a la mesa.
Si acaso hubiera bronca de insectos merodeando, en lugar de bañarlo con insecticida, haz uno completamente ecológico y efectivo. Macera chiles y después machácalos, se cuela y la pulpa se coloca en la tierra de alrededor, el líquido se rocía en los tallos y hojas, verás que es efectivo.
La comunidad que ya está haciendo esto tiene la total seguridad de que sus hortalizas están libres de aguas negras, pesticidas y fertilizantes que no se ven pero que se ingieren y llevan a muchos al valle sin retorno.
Otro gran argumento que utilizan los fans de lo autosustentable es que no son víctimas de la carestía o del encarecimiento, ya que, en las comunidades donde se aplica, algunos practican el trueque y así todo mundo tiene acceso a cosas que necesitan y no hay dinero de por medio.
Quizá suena como a ilusión, pero son muchos los que ya se encuentran practicando la siembra en casa y el trueque, y parece funcionarles.
@rocklife1
Facebook.com/ColumnaChangoonga
Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like y comparte!
