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La Sabriprocu de Michoacán y Paracho

 

Por Elly Castillo

Desde aquel incendio de las bodegas de Sabritas hace ya poco más de dos meses, la Procuraduría de Michoacán se ha ganado el mote de “Sabriprocu” pues en analogía del slogan de las papas de la carita feliz, la dependencia encargada de resolver y expedir justicia a los michoacanos “no puede resolver sólo una”.

Mientras que en Guanajuato capturaron casi en el acto a los autores materiales de los incendios sabriteros, la Sabriprocu de Michoacán apenas iba enterándose de lo sucedido.

El único caso que la Sabriprocu ha “resuelto” fue la liberación de estudiantes que incendiaron patrullas en el Centro. De ahí en fuera la dependencia que encabeza Plácido Torres, es más gris que cualquier rata de alcantarilla y cualquier día londinense. Más gris que la depresión.

La Sabriprocu no pudo con los normalistas de Tiripetío que secuestraron autobuses creando un caos con el cierre de las terminales; la Sabriprocu no ha hecho nada en Cherán; la Sabriprocu no ha resuelto el asesinato de dos niños en  Tenencia Morelos; la Sabriprocu no ha resuelto asesinatos de profesionistas en Morelia y secuestros de aguacateros en Uruapan; y ya no hablemos de los casos particulares.

Pues bien, en manos de esta Sabriprocu está el caso de Diego Antonio Maldonado Castañeda, Ana Belem Sánchez y Luis Enrique Castañeda Nava. Este lunes se cumplió una semana sin que sus familiares sepan de ellos, siendo que la última comunicación la tuvieron el domingo entrada la noche, desde Paracho.

Los tres jóvenes defeños fueron sacados del hotel donde se hospedaban dentro del festival de globos de cantoya y como diría el Longe Moco “nadie sabe, nadie supo”.

Lo poco que sabemos ha sido por las pesquisas realizadas por sus familiares, mientras la Sabriprocu sigue estacionada en el limbo.

No sé que da más miedo en este mundo michoacano: sí caer en manos de los de los delincuentes o que la Sabriprocu de Michoacán se haga “cargo”.

Cosas que ahí están pero a nadie le interesan: Se llama Manuel Nocetti y es igual de gris que la Sabriprocu de Michoacán. Fue elegido alcalde interino de Morelia, y es hora de preguntarle ¿qué hizo en todo este tiempo aparte de gastarse el dinero arreglando céntricas banquetitas y poniendo alcoholímetros a lo loco para sacar dinero desesperadamente?

Truchas: #YoSoy132 está siendo asesinado… ¡Por la UNAM!

 

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