Felicidades, estás de moda…
Por Sr. Suave
Hace un poco más de cuatro años, que me enteré que estaba esperando a mi primogénito, me encontraba en una problemática relacionada a cómo lo llamaríamos, aunado a eso, esperé hasta el momento de su nacimiento para saber su sexo, así que no había mucho que se pudiera decidir antes del parto, tenía que esperar y de ahí descartar nombres.
En una ocasión, mientras caminaba por los anaqueles de una tienda departamental -la del búho- atrajo mi atención un libro delgadito: “Nombres para bebés” decía la portada, así que lo comencé a hojear por interés. A mitad del libro, de las primeras hojas que comencé a leer, me llamó la atención un nombre en particular, que en griego significaba según este libro “ser amable”. Hoy, mi hijo casi cumple sus cuatro años de edad y la gente me dice, que le hace honor a su nombre, pues es muy amable.
No me explico cómo puede percatarse de eso la gente, cuando por su edad aún es muy inquieto, aprensivo por las cosas, envidioso, en fin. Muchos más ya me habían comentado que es un nombre muy bonito para el niño, que suena muy bien, y claro, no hace falta tampoco aquel cuate o chava que le cambia el nombre, que le dice Dylan, Emiliano, Milano, en fin, cosas que aún no entiendo.
Pero lo más chistoso es que desde hace un par de días, recibo FELICITACIONES, así, tal cual como leyeron, felicitaciones porque mi hijo se llama igualito al hijo de Shakira, neta, no mamen, neta, no, ma-men.
En este punto ya no se ni qué pensar, en serio, la cuestión es que me ha dejado perplejo la idea de la gente de que mi hijo que nació hace cuatro años, se llama igual que un chiquillo que acaba de nacer, en serio, ¿acaso esto tiene en un nivel algo de lógica?
En fin, dejando de lado ese sinsentido, ¿qué necesidad hay de felicitar a alguien porque se llama, igual que alguien que si es famoso, pero nada tiene que ver? Así la situación, me llegaron unos mensajes, diciéndome, “¡Oye, me enteré que el hijo de Shakira se llama Milan, felicidades!”, “¡Hey!, escuché el nombre de Milan en el radio, y cuando puse atención me enteré que así le llama el hijo de Shakira, en sánscrito, unificación, lleno de gracia en eslavo, en romano entusiasta…… Te luciste con tu bebe” ¿? En serio, un par más así por texto y unos cuantos de carne y hueso.
Aprecio mucho a la banda que se sabe el nombre de mi hijo, que se acuerdan de nosotros, pero no me dejan muy bien parado haciendo ese tipo de comparaciones, no por la persona en sí, el chavito, la chava o el esposo, no, sino porque reducir la experiencia de dar un nombre, a algo tan cínico como “le pusiste igual que fulano o perengano”.
No es molestia, yo entiendo que a la mayoría de la gente en nuestro país y en el mundo le guste Shakira, pero se me hace llegar a un nivel medio nefasto que todos queramos ser como ella o ellos, en general gente famosa.
Quizá cuando no se está pendiente de sus vidas ni nos percatamos que si son o no son, o llegan y se van, o lo que sea que hagan, pero cuando se está todo el tiempo pegado a los mass media, es cuando todo gira en torno a estas figuras y el entorno comienza a tener sentido de acuerdo a esa realidad. Lo triste de todo esto, es que la sobre exposición a los medios tiene ese efecto en la vida social, política y cultural de nuestro país, ya que digerimos todo lo que nos da la tv, radio o periódicos, nos conformamos con esa realidad que se nos dicta y reducimos nuestras vidas a simples telenovelas.
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