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En el robo de combustible que escala a los más altos niveles, también hay grandes empresas mexicanas inmiscuidas… no sólo funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex), políticos y dirigentes sociales.
Loret de Mola dice haber tenido acceso a un informe de inteligencia iniciado hace cuatro años por las dependencias de Seguridad y de Inteligencia Financiera, en el cual están bajo la mira a dos grandes empresas que han comprado sistemáticamente enormes cantidades de combustible robado a las mafias dedicadas al robo de combustible.
Una de esas firmas está dedicada a la comercialización de pan y golosinas, en tanto que la otra se dedica a los útiles escolares, detalla Loret de Mola.
Las investigaciones apuntan a que los dos consorcios privados compraban combustible robado para el transporte de sus productos, por lo que, gracias a ello, pagaban menores costos y mejoraban sus márgenes de utilidad.
Esa indagatoria se abrió en el sexenio pasado, pero el asunto no avanzó más… El expediente se cerró y no se actuó en consecuencia escribe Loret.
Entonces sugiere a Alejandro Gertz Manero, encargado de despacho de la Procuraduría General de la República, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, y Santiago Nieto Castillo, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, indagar en los archivos de sus dependencias o preguntar a los funcionarios de carrera que han estado involucrados “en el amplio y añejo expediente del huachicol” … Quizá así, “sin generar desabasto” se puede comenzar a desmantelar el sangriento negocio apegados a la vieja máxima de los investigadores: sigue la ruta del dinero.