SOFTNEWS

Secretaría de Salud desahuciada // By Camila Cienfuegos

camila-cienfuegos-los-medios-hoy_

Por Camila Cienfuegos

Fue hace un mes exactamente que la secretaria de Salud, Silvia Hernández Capi, negó rumores de su presunta renuncia al cargo que apenas cuatro meses atrás había aceptado para reemplazar a Carlos Aranza Donis, oscuro personaje heredado desde la efímera y controvertida gestión de Salvador Jara y que a decir de la Auditoría Superior de la Federación, presentó durante su gestión importantes y serios desaseos administrativos.

Las cuentas preliminares analizadas por la ASF tan solo en 2015, hablan de 941 millones de pesos observados y que confirman en un momento dado la existencia de un ejército de gente anónima sin quehacer concreto: 664 millones por “pagos irregulares” a personas que no acreditaban perfil o formación académica para el sector salud. Lo cierto es que esta dependencia se ha vuelto aeropuerto de mucho aviador y de asilo laboral para recomendados de políticos y sindicatos.

Otra millonaria cantidad, 243 millones, se refiera a “transferencias de recursos del fondo a otras cuentas” –dice la ASF-. Este aspecto corresponde a uno de los puntos más opacos de las observaciones pues, dicho de otra manera, es dinero desviado, y las razones pueden ser muchas pero al final, es dinero al que se le pierde la pista y cuyas aclaraciones no deberían perderse en el olvido que naturalmente se da con los cambios de titulares en la dependencia.

Otra de las cifras más lacerantes es la de 32.6 millones “no ejercidos” y que por lo tanto se tuvieron que devolver ante la incapacidad financiera y/o administrativa para desarrollar proyectos. Es decir, es dinero como en la mayor parte de los casos, proveniente de recursos federales destinados a proyectos u obras que involucran también la participación de los estados pero, si los estados no tienen dinero para poner su parte, entonces se ven obligados a devolver esos dineros.

Tiene rato que se habla de la SS en términos de desaseo administrativo; la dependencia huele mal ante la brutal tendencia deficitaria recrudecida en los tiempos en que el entonces secretario de Salud,  Carlos Aranza Doniz, ejercía los jugosos recursos de dicha institución, pero como muchos otros exfuncionarios, hoy goza de la impunidad castillista.

Ya desde tiempo atrás había señalamientos en contra de este personaje heredado desde el gobernador de facto, Salvador Jara, y que el actual mandatario Silvano Aureoles sostuvo en la nómina de manera inexplicable.

La ahora extitular de Salud, Silvia Hernández Capi, habría percibido el desastre administrativo, lo que pudo ser el motivo para formalizar la renuncia que desde el mes pasado solo era un rumor que muy digna desmintió. Hoy se confirma y ante la brevedad del tiempo, podría ser que no dio el ancho o, que simplemente no quería broncas futuras y mejor desistió.

Botón volver arriba