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Un hombre cayó en un hoyo de al menos 12 metros de profundidad, dicho agujero fue cavado por sí mismo esto mientras se encontraba en busca de un tesoro, debido a la caída, él murió.
El accidente del hombre originario en León, Guanajuato, tomó 42 horas de trabajos para recuperar el cuerpo. El sujeto fue identificado como Martín Rogelio, un cazador de tesoros, quien comenzó a cavar el pozo en donde le dijo una vidente que se encontraba una fortuna desde hace décadas.
El hombre tenía 58 años de edad y fue contratado por una mujer para que localizara el tesoro, puesto que había intentado con otros cazatesoros, sin éxito alguno, sin embargo, tras meses cavando, el hombre ingreso al hoyo con una escalera, pero no alcanzó a llegar lo más profundo, la tierra se reblandeció y cayó junto con la barda.
Tras casi tres días de búsqueda por el cuerpo, los rescatistas dieron con él, pero este ya estaba en avanzado estado de descomposición, sobre el tesoro, los involucrados no vieron nada sobre el.
