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El mito de la alerta de género // By Camila Cienfuegos

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Por Camila Cienfuegos (Patriota)

Ni la alerta de violencia de género, ni fiscalías especiales para atención a mujeres víctimas de agresión han mostrado su efectividad para amainar la escalada de crímenes contra este sector de la población. El reciente homicidio de la joven estudiante, Mara Castilla, así como una triste racha de asesinatos contra mujeres en el estado y el país, han puesto en la agenda el controvertido tema.

Recuerdo que entre las primeras baladronadas emitidas por el actual gobernador, Silvano Aureoles Conejo, a los pocos segundos de rendir protesta como gobernador constitucional, fue la enérgica solicitud al secretario de Gobernación –Ahí presente como representante presidencial- de que emitiera la alerta de género en algunas regiones de Michoacán. La alerta de marras llegó muchos meses después para 14 municipios y sus resultados son por demás míseros. En lo que va del 2017, suman más de 100 mujeres las que han sido privadas de la vida en Michoacán según cifras oficiales.

Ante semejante fracaso, empiezo a confirmar que la alerta de género no es más que una figurilla de adorno, una presuntuosa frase que se oye bien en el discurso, pero que no tiene ni fondo ni forma a la hora de las dificultades. De hecho, ni siquiera su protocolo tiene un objetivo específico para combatir una ola de violencia ¿combatir cómo? ¿Tomando “acciones gubernamentales de emergencia para frenar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado”? ¿Y en qué consistirían esas acciones? ¿Encerrarlas en sus casas?

Lo cierto es que la alerta de género es una frase igual de ambigua como las intenciones gubernamentales para contrarrestar la violencia. Y es siempre el Estado mexicano el que decidirá cómo habrá de protegerse a la mujer (menos la mujer por sí misma). Promover cursos de defensa personal o cargar en el bolso un aerosol con gas pimienta sería reconocer que el Estado va perdiendo y ese es un aspecto que al gobierno le horroriza ¿una mujer armada con pistola? ¡Ni pensarlo!
Al final, la muerte de Mara Castilla y de muchas otras mujeres, solo son un recordatorio de la vulnerabilidad de la mujer pero…¿hemos pensado en el hombre? De hecho, la violencia contra los hombres supera por mucho al de las mujeres (y también se asesina a hombres por ser hombres). Es solo que la violencia contra las mujeres es más redituable políticamente hablando. Es la bandera electoral perfecta, es el momento ideal para salir a la calle a protestar por la defensa de la mujer con el fin de ganar una candidatura a diputada; para anunciar un presupuesto gubernamental “con perspectiva de género”. La victimización de la mujer es un negociazo, por eso no es extraño que la victimización se configure como política de gobierno.

La alerta de género puede ser un timo, un fraude, un engaño o bien… una simple tomadura de pelo que los políticos diseñaron para hacernos creer que no solo les preocupa la seguridad de las mujeres, sino que tienen la efectiva capacidad de frenar una hipotética ola de violencia contra ellas. Nada más falso.
La realidad es que la alerta de género que un burdo mito.

 

¡Excelente lunes para todoooooooooooos!

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