
STAFF/Sebastián López Mendoza – @sebaslmm
La mañana de este viernes 10 de octubre, el Parque Infantil 150 fue sede de la Primera Carrera de Botargas, un evento organizado por el Zoológico de Morelia, el cual estuvo lleno de risas, caídas, empujones, gritos y porras, donde cerca de 20 botargas de empresas, instituciones educativas y restaurantes participaron en una divertida y emocionante competencia que reunió a cientos de morelianos de todas las edades.

La inauguración de la competencia estuvo a cargo de Julio César Medina Ávila, director general del Parque Zoológico «Benito Juárez»; María Guadalupe Sánchez Castellanos, encargada del Parque Infantil 150; y los organizadores del evento, quienes dieron la bienvenida a las botargas y al público presente, además de explicar las reglas e instrucciones sobre cómo se desarrollaría la carrera.


Poco después, alrededor de las 11 de la mañana y bajo un cielo nublado, comenzaron a escucharse los gritos y porras del público, que no dejaron de animar a sus representantes con porras como “¡Tori, Tori, Tori!”, del Colegio Victoria o “¡Vamos, al blanco y azul, nadie los va a vencer!”, del grupo de porristas de la Universidad Sor Juana Inés de la Cruz, marcando así el inicio de la competencia.
La carrera consistió en recorrer una distancia de 100 metros en una pista con forma de circuito, llena de obstáculos como conos, cuerdas para saltar y un gran inflable dividido en dos secciones: una pirámide para escalar y otra con barras y pilares inflables que las botargas tenían que esquivar y empujar para avanzar. Fue justo en esa parte donde más se desató la batalla: botargas que perdían sus tenis, cabezas que salían volando, empujones, caídas y risas por montones.

En esta carrera fue la primera vez que el Changoonauta, la nueva botarga de Changoonga.com, hizo su debut, y lo hizo con todo: energía, ambición y todas las ganas de llevarse la victoria. Su primera competencia fue contra el corazón del Teletón y, aunque tropezó a los pocos metros, se levantó al puro estilo Changoonga: con garra, humor y sin perder la sonrisa (o lo que se alcanzaba a ver tras la botarga). ¡Y sí, le ganó! A pesar de que el jurado casi lo descalifica, la botarga changoonguera logró avanzar a la siguiente ronda, donde se enfrentó al alce de la Universidad Sor Juana Inés de la Cruz, quien desafortunadamente se llevó la victoria, dejando a Changoonga fuera de la carrera, pero entre porras, risas y aplausos del público.


La final se disputó entre “Amancito”, la botarga de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), representada por un niño, y la de la Universidad Tecnológica de Morelia (UTM), un enorme oso. En una reñida carrera llena de emoción, risas y aplausos, fue “Amancito” quien cruzó la meta primero, llevándose el triunfo de la competencia.
Para cerrar el evento, las botargas se echaron un partido de futbol que dejó a más de una sin aliento… incluido el Changoonauta, que ya se veía cansado, pero feliz de haber dejado huella en su primera aparición pública.

Finalmente, las autoridades y organizadores del evento encabezaron la premiación y entregaron diplomas a todas las botargas participantes, reconociendo el esfuerzo, las risas y hasta las caídas que hicieron de esta carrera la primera de muchas por venir.

