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No tuvo la culpa Don Fausto, sino quienes lo hicieron compadre// By Marco Ballesteros

editoriales
Marco Ballesteros
No tuvo la culpa Don Fausto, sino quienes lo hicieron compadre… la reputación de Vallejo en el zenit del cuatrienio
Por Marco Ballesteros

Corría el verano del 2011, la entidad y sus habitantes resentían severamente los estragos del Operativo Michoacán y una crisis económica que se reflejaban tanto en los bolsillos, el poder adquisitivo y la seguridad interior.

Los Ejecutivos Federal y Estatal debían renovarse, por lo que el PRI esperaba recuperar los puestos de poder perdidos a principios de la década pasada. Para ello, se hacían los preparativos correspondientes que permitieran atraer el voto en bloque del electorado; debía buscarse al candidato ‘idóneo’, al de carrera ‘intachable’, que permitiera tal proeza.

Vaya!, la memoria quizá me falle, pero así como en este 2015, en ese cuatrienio no había muchas opciones, al interior de la estructura tricolor Víctor Silva y  Jesús Reyna eran los que más sonaban: fuertes al interior del partido, débiles e incuso desconocidos o no muy bien queridos frente a los electores; es por eso que eligieron a Fausto Vallejo.

En esos tiempos, el entonces candidato era una de las figuras intachables, incuestionables y ‘prístinas’ del tricolor: Abogado nicolaita, Doctorado en la Sorbona, secretario particular de Genovevo Figueroa, presidente estatal del PRI en los lejanos noventas;  además  presidente municipal en tres ocasiones, un interinato tras la salida de Sergio Magaña en 94-95 y dos por elección directa en los periodos 2001-2004 y 2007-2011.

A Fausto se le ‘debía’ la formación del Patronato en Pro del Centro Histórico de Morelia con el que se logró la remoción de los ambulantes en 1999 y la creación de las solitarias “Tu Plaza”. La ‘rozagante’ y ‘regordeta’ figura de hace unas décadas, le representaron como un ciudadano preocupado por los problemas de sus congéneres y terruño, como el buen vecino, catedrático y político intachable e incorrompible. Vallejo era el indicado para atraer el voto en bloque del priismo y de los indecisos, se enfrentaría a Silvano Aureoles, quién muchos pensábamos que sería virtual gobernador; sinceramente, tras la derrota de Fausto Vallejo en la contienda rumbo al senado de 2007  dudaba que tuviese posibilidades de llegar al Solio de Ocampo.

El PRI lo lanzó al ruedo, era la oportunidad de Vallejo para consolidar e incluso poner broche de oro a su intachable carrera en la política michoacana. Con la estructura política y el brazo “ideológico” de su partido, Fundación Colosio, apareció la F mayúscula detrás de un fondo rojo me recordaba al fascismo de mediados del siglo pasado; el slogan  Michoacán merece respeto exaltó la necesidad de recomponer las cosas en la entidad ante la oleada de violencia desatada durante el sexenio de Calderón, mediante la recomposición del tejido social y la atracción de infraestructura e inversión para el crecimiento y desarrollo de la entidad.

Las elecciones de noviembre de 2011, cuestionadas como todas, se rumoraba la participación del crimen organizado; lo denunció posteriormente ‘Cocoa’. Los reclamos salían sobrando, Don Fausto tomaría posesión en febrero de 2012 y en teoría debería permanecer hasta 2016. Los ciudadanos confiados estaban de que con el retorno del PRI las situación política, económica y de seguridad cambiarían favorablemente; incluso la gente decía “si pactaron hasta con el mismo diablo no importa, con que se resuelva la situación y nos vaya bien”.

Se auguraba un buen gobierno y crecimiento económico si llegaba Peña Nieto al poder: “Ahora si a Michoacán le irá bien, como tanto prometió Calderón y nunca  cumplió”; con el PRI de regreso en Los Pinos y en el gobierno de la entidad se esperaba mejorar la situación, atraer inversiones e infraestructura. Hasta recuerdo que a mediados de 2012 iniciaron los viajecitos a la Unión Europea para atraer las mismas.

Pero como dije en otro artículo:

“…A Michoacán ni llegó el respeto, mucho menos la inversión y recursos económicos, la violencia se disparó mientras la entidad federativa con mayor frecuencia salía en cadena nacional entre noticias sensacionalistas que en lugar de información presentaba crónicas mórbidas dignas del mil veces heroico y extinto Alarma!”

El semblante de Fausto al menos desde la campaña electoral decayó, se le notaba enfermo, él mismo desmentía los rumores que corrían entre el pópulo. Posteriormente la verdad no pudo ocultarse. Michoacán fue gobernado por el ‘buen vecino’, posteriormente  se convirtió en un mandatario ausente y enfermo; alternaría con su secretario de gobernación ahora preso por presuntos nexos con el crimen organizado. El  slogan oficial versaba Michoacán, compromiso de todos, mientras el vox populi señaló abiertamente por todo medio posible que el gobernador en realidad era un profesor de Arteaga y la Federación aparentemente no manifestaba del todo el supuesto compromiso con la entidad.

Sobra decir que en este cuatrienio Michoacán fue en caída libre, las cosas están  peor de como originalmente estaban en el lejano 2011. Ahora la población carga la deuda más grande en la historia de la entidad, Más de 31 mil millones de pesos y contando. Nos impusieron desde la Federación el aparato de seguridad, se violentó la soberanía estatal e incluso, tras la ‘renuncia’ de Vallejo al gobierno se impuso a Salvador Jara. Junto con el comisionado Castillo prometieron “trabajo y desarrollo”…   el chiste se cuenta solo.

Los habitantes de la entidad actualmente circulamos por las calles con un peso partido por la mitad, destacan los índices alarmantes de desempleo, falta de pagos a proveedores y una inflación en aumento. La clase media como siempre, soporta la crisis: muchos perdimos negocios, patrimonio, estabilidad e incluso a la familia misma. Nos dieron en donde más duele y no precisamente en el bolsillo, sino  en el orgullo.  Mientras tanto los profesionistas deambulamos pidiendo trabajos mal pagados; algunos escribimos, nos inconformamos, quizá tendremos “likes, Fav´s y retweets”, pero con eso lamentablemente no se pagan las cuentas.

Fausto Vallejo, quien se retiró de la escena política por la puerta de atrás el año pasado, quizá de forma injusta si tomamos en cuenta sus glorias pasadas, volvió a los reflectores, y no en forma de fichas, pepsilindros, o tazos; reapareció  gracias a los videos del director de cine Servando Gómez con la participación estelar de su hijo Rodrigo.

Voluntaria o involuntariamente, haya sido como haya sido el primogénito de Don Fausto apareció en tres ocasiones en ciertos cortos que podrían ser dignos de un galardón en el Festival de Cine de Morelia, o de Cámara Infraganti de Oscar Cadena. Al calor de las Tecate Light, Whiskey con  agua mineral o entrando a los separos de la PGJE, amenazado o por voluntad propia, es lo de menos pero ‘el Gerber’ hace acto de presencia. Habla de política, funcionarios, secretarías de Estado, del actual candidato priista, de los problemas de salud de su padre. Apareció, repito por voluntad propia o amenazado es lo de menos, en vivo o editado, como sea Vallejo Mora fue captado y difundido en cadena nacional.

Lejos de preocuparme por las cintas de Rodrigo Vallejo, me importa más el contexto, por así decirlo: Mejor dicho me alarma en sobre manera el motivo por el que ahora en tiempos de campaña los videos salen a la luz. Sin disculpar o justificar a los Vallejo pregunto ¿La Federación permite o tolera la difusión de estos videos de forma mediática en cadena nacional en lugar de mostrarlos por su valor jurídico?; ¿Estas grabaciones, indirectamente contribuyen a enturbiar el proceso electoral presente?; ¿Es una campaña nacional para desprestigiar y denostar a Michoacán?;  ¿contribuyen a desalentar la inversión en la región? Entonces, nuevamente, ¿Cuáles son los intereses que tiene la Federación sobre la entidad? ¿Acaso, nos quieren otros 6 años ´jodidos´?

Entiendo que Don Fausto como padre de familia, meta las manos al fuego por su vástago y diga que fue obligado a dialogar con uno de los más buscados a nivel nacional, creo que es algo natural bajo su condición humana. Incluso puedo llegar a entender con base en lo turbio que es el sistema jurídico del país, que Rodrigo Vallejo haya tenido una buena defensoría y haya salido a falta de pruebas por el equivalente a lo que cuesta un Xbox One.

E incluso que diga que en su casa no se toleran delincuentes y que su hijo deberá enfrentar a la justicia si es que tiene cuentas pendientes; como padre y ser humano puedo entenderlo, pero no pueden justificarse las acciones de su hijo. No obstante, no hemos escuchado la versión de los Vallejo, “Hasta no tener los pelos de la burra en la mano hablarán” señaló don Fausto la semana pasada en televisión local. Estemos pendientes de ello, creo que ahí está la pieza que falta a este rompecabezas.

Cierto es también que Fausto Vallejo es quizá el menos culpable de los actos de su hijo y hasta incluso de la administración que le tocó presidir; Michoacán ya estaba hecho un polvorín, en materia económica al menos desde 2005, y en materia de seguridad la Federación se hacía cargo del sector al menos desde 2008. Dicen por ahí que al perro más flaco se le cargan todas las pulgas, los Vallejo ahora voluntaria, involuntariamente, debiéndola o no, según el ex gobernador, su familia es víctima de una persecución política y mediática. Resultó incómodo para los emisarios del gobierno federal y para los “reporteros” de cadena nacional, según él.

Castillo mientras tanto, vino a Michoacán a empeorar las cosas, a convertirnos en el patio trasero del Estado de México. Lamentablemente, a falta de oportunidades, del respeto, crecimiento y desarrollo prometido, los jóvenes del Estado se han convertido en estadísticas mórbidas, migrantes o desempleados. Mediáticamente a Michoacán se le ha estigmatizado, se han ensañado con su imagen, pero les recuerdo: Morelos, Tamaulipas, Jalisco, Estado de México, Sinaloa, Coahuila, Durango,… están en las mismas o en peores condiciones de seguridad.

La imagen de Don Fausto fue trastocada, quizá estos últimos años pesen más en su reputación y en su lugar en la historia política de la entidad  a pesar de sus viejas glorias.

Estemos pendientes de lo que ocurra, veamos hacia qué lado se inclina la balanza, puesto que aún no se decanta por un candidato. Por mucho que diga que votará por el abanderado de tricolor, sabemos que la relación con Ascención  Orihuela está fragmentada y ha  hablado maravillas de Aureoles Conejo, a quien catalogó de buen político y activo como diputado en beneficio de Michoacán.

Quizá este chisme mediático no se ha terminado; esperemos a que Don Fausto y la Familia Vallejo tengan los argumentos suficientes para hablar y dar su versión, veamos a la distancia como se mueve esta marea política y quién más sale involucrado.

Post Data: Alfredo Castillo Cervantes, ahora dirige la Conade, sin duda seguiremos oyendo de este personaje pues es parte importante de la trama de esta telenovela política; lamentablemente seguiremos escuchando de él aunque a muchos nos caiga su nombre y presencia como patada en las… amígdalas.  Sólo espero, en verdad que no vuelva y que no encarcele a los atletas que no consigan medallas en los Juegos Olímpicos de  Río 2016.

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