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El regreso del Calderonato/ by @ManuelOchoa_

Por Manuel Ochoa

Manuel Ochoa

El martes pasado en la capital michoacana se reunieron el gabinete de seguridad  federal con autoridades estatales para plantear la nueva estrategia de seguridad que se ejecutará en el Estado  ante la grave crisis de ingobernabilidad que prevalece en algunas zonas y municipios.  La realidad indica que esta estrategia incluye nuevamente la militarización tal cual la implementó Felipe Calderón al declararle la guerra al narcotráfico en aquel Diciembre del 2006 con el “Operativo Conjunto Michoacán”. Siete años han pasado ya desde aquel momento y la situación en Michoacán solo ha empeorado.

Es bien sabido que Felipe Calderón inició su estrategia de militarización por petición expresa del entonces gobernador de Michoacán Lázaro Cárdenas Batel, en una reunión que tuvieron previo a la toma de posesión de Felipe, el entonces gobernador le explicó la urgencia de hacer algo en la región ya que la situación era incontrolable en algunas zonas y el Estado michoacano no contaba con los recursos físicos y humanos para hacer frente a la creciente delincuencia organizada, entonces controlada por el Cartel de los Valencia.

Desde ese momento todo cambió, Calderón decidió lanzar unos días después de haber tomado  posesión una declaración de guerra frontal a la delincuencia organizada, tal vez en ese momento no dimensionaba que eso afectaría  su presidencia  tan profundamente que el legado por el cual sería recordado estaría manchado de sangre y fundamentado en el miedo. Siete años después aquella declaración de guerra la cohesión social está completamente rota en Michoacán y la incapacidad del Estado para ejercer el poder continua vigente.

La militarización ha regresado, nuevamente en las calles y carreteras de Michoacán se podrán observar militares operando y transitando tal cual sucedía hace siete años. El supuesto nuevo enfoque a la estrategia de seguridad del gobierno de Peña Nieto será evaluada por la sociedad mexicana de acuerdo a lo que suceda en Michoacán en los meses por venir, si la situación no se controla en el mediano plazo, inminentemente tendrá un efecto negativo sobre la presidencia.  Su “nueva estrategia” será calificada como un fracaso.

Aparentemente el nuevo gobierno está utilizando la misma estrategia global de militarización pero ahora atacando diversos enfoques desde la prevención e inteligencia. Einstein decía “si quieres resultados distintos, no siempre hagas lo mismo” eso es algo que debe entender el nuevo gabinete de seguridad que en los últimos días ha mostrado signos que está repitiendo los pasos de Calderón, incluso nombrando a un vocero del gabinete de seguridad, una estrategia que personaliza la guerra en vez de institucionalizarla, un error de Calderón lo está repitiendo ahora Peña Nieto.

Estos signos del calderonato pueden ser realmente peligrosos para el nuevo gobierno. En la pasada elección presidencial influyó el fuerte rechazo a la estrategia terca de militarizar México y monopolizar la agenda nacional en el tema de seguridad que siguió Calderón a lo largo de su sexenio de militarizar. Como lo fue para Calderón, Michoacán puede ser el talón de Aquiles de Peña Nieto si su estrategia falla, una guerra perdida se traduce inminentemente en una elección perdida. El camino esta trazado, del resultado podremos hablar en los meses por venir.

Twitter: @ManuelOchoa_

amanuelochoa@gmail.com

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