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«¡Yo Quiero Que Tomen La UNAM!»: #CirculaEnRedes Protesta Ante Toma De La UMNSH

STAFF/@michangoonga

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Foto Vía: @KARLACALVAE

Tras más de 50 días de la toma de las instalaciones de CU de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), los ánimos siguen alterados tanto por los paristas, como por los alumnos, así como profesores de la institución, publicando muchos sus posturas del tema en las redes sociales.

Este usuario de Facebook hizo lo propio y ahora su post se ha vuelto popular en esta red social. Su nombre es Horacio Cano Camacho, y es Profesor-Investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología (CMEB) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

También ha sido distinguido con el Premio Estatal de Ciencia Tecnología e Innovación 2012 en reconocimiento a su labor como divulgador de la ciencia desde hace más de tres lustros.

El miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I se ha vuelto popular gracias a este post:

¡Yo quiero que tomen la UNAM!
Horacio Cano Camacho*

Aclaración necesaria: yo no quiero que tomen la UNAM, ni mucho menos, es un recurso de sarcasmo e ironía (chafa, lo acepto), pero creo que confundió a muchos. Una disculpa, sobre todo a la UNAM…

Será que tengo la glucosa alta esta mañana y que desperté con la noticia de una nueva agresión a la Universidad Michoacana, pero el caso es que ahora deseo más que nunca que tomen la UNAM (campus Morelia), que expulsen a sus profesores, que agredan a sus estudiantes y que además, los agresores reciban el apoyo de los espíritus críticos y revolucionarios de nuestra propia comunidad.

No se confunda, yo quiero mucho a la UNAM, a sus profesores, a muchos de los cuales admiro profundamente y por supuesto quiero a sus alumnos, que en muchos casos también son míos. Estoy convencido que nuestro estado, nuestra ciudad y la propia Universidad Michoacana ha ganado mucho con su presencia.

¿Entonces qué mosca me picó para albergar tan malos deseos? Desafortunadamente con los días me doy cuenta que existen en México universitarios de primera, de segunda y de tercera y hoy caigo en la cuenta que nosotros somos de esta última categoría. Tengo casi dos meses impartiendo clase en el parque Morelia 150. Lo que antes me tomaba con calma, incluso con cierto humor, ya no lo aguanto más. Llegamos por la mañana, tempranito para «ganar» un quiosco con mesas. Al rato ya el frío y lo peor, la humedad, comienza a hacer estragos. Muchos de nosotros andamos bien mocosos y roncos, y hoy ya algunos jóvenes no se presentaron, se reportaron enfermos…

Desde el primer día de la toma, una forma políticamente correcta de llamar al despojo, los jóvenes respondieron y no han fallado. Llegan puntuales, ocupan sus lugares y participan en la discusión de los temas. Los primeros días y ante su molestia por el despojo, yo intentaba explicarles que había razones de fondo en ese fenómeno, que si bien no competían directamente a la universidad, eran la expresión de la crisis, la desigualdad y el abandono del estado. Que fuéramos pacientes e intentáramos mirar un poco más lejos. Y creo que lo entendieron, después de todo ellos también son, en su gran mayoría, jóvenes muy pobres en los que la educación representa uno de sus pocos mecanismos de superación. Pero con los días llegaron las agresiones: ¡Educación primero al hijo de obrero, después al hijo del burgués! O alguna otra tontería de esas. Porque resulta que ninguno de mis estudiantes es burgués, ni remotamente, por ello están en la Universidad Michoacana. Todos son hijos de campesinos, obreros, comerciantes en pequeño, empleados públicos… trabajadores muchos de ellos, para mantenerse en Morelia y varios habitantes de las propias Casas del Estudiante. Y, por supuesto, no entienden el por qué de esas consignas gritadas en sus propios rostros.

Varios de ellos me han dicho no entender por qué se habla de democracia en las redes si a ellos (y realmente a nadie de los 50,000 universitarios) nadie les pido opinión o consenso para secuestrar la universidad. Pero claro, a los “paristas” no les interesa la democracia ni los derechos de los demás: esa cosa burguesa no tiene lugar en sus mentes. Y no invento, eso lo dijo hoy un joven (por la voz, ya que su rostro estaba cubierto) al explicar a los reporteros porqué no respetan los derechos y la libertad de los demás. Según su discurso, digno de Cantinflas, y que solo revela los procesos de ideologización extrema a los que son sometidos, el mundo se divide en dos clases, los burgueses y ellos y claro, los primeros no tienen derechos ni hay por que respetarlos. Ese joven no se ha enterado que significa ser burgués por que Carlos Marx está muerto y enterrado …por gente como él.
Pero más que estos jóvenes, lo que verdaderamente me indigna es la actitud de mucha gente que yo estimaba inteligente. Estoy asistiendo a un proceso de aplanamiento de la capacidad crítica de muchos que solo son capaces de ver lo que quieren ver. Y eso los ha llevado a una mezquindad impresionante. No importa que cobren cada quincena su salario o su pensión en la Universidad que se afanan en destruir. Sus riñas personales con la autoridad o sus deseo de ver en estos jóvenes el germen de la revolución que ellos nunca fueron capaces de sostener, les impide ver más allá de sus narices. En un periódico local, un profesor universitario veía una violación a la “autonomía” universitaria el que una agencia externa realizara el examen de ingreso, por contrato nuestro (aclaro). O no entiende que es la autonomía o su capacidad de engañar es asombrosa. Si yo le compro una silla a una empresa, entonces estoy violando al autonomía por que no la fabricó la Universidad? Y claro, no le importa mentir al decir que esa agencia decidió el ingreso y organizó y planificó la exclusión de los más pobres, de los indígenas y del proletariado. Caray, ya ando en la búsqueda de los diez mil burgueses que el Ceneval seleccionó…
Mienten también cuando dicen que la Universidad excluye a los otros mexicanos. Yo, como todos mis compañeros, tenemos alumnos de Chiapas, de Hidalgo, de Guerrero y otros lugares y por supuesto de todo Michoacán, incluyendo comunidades que ni siquiera puedo situar en un mapa. O será que estos estudiantes son marcianos y se esconden de los ojos de nuestros profesores revolucionarios.

Es una violación a la autonomía contratar un servicio externo, pero no es una violación que personas de la Normal de Tiripetío y una nebulosa organización indígena sostenga las tomas, destruyan su patrimonio y golpee a estudiantes y profesores nicolaitas. Es decir, hay violadores malos y por supuesto, violadores buenos. Y los suyos son los buenos, ya lo dijo el joven encapuchado: hay dos clases sociales, los burgueses y nosotros (entiéndase ellos).

Mis estudiantes, que cada mañana llegan puntuales a ocupar su lugar debajo del árbol tienen un pecado (según los nuevos adalides de la educación popular): un origen de cuna equivocado. Y por lo tanto no tienen derechos por que sus defensores se los niegan. Pero no es problema, me dijo uno de estos profesores revolucionarios, algún día entenderán que se sacrificaron por un bien superior, LA REVOLUCIÓN. El profesor que dice esto es un verdadero pendejo, pero no importa, recogió su cheque quincenal sin haber dado una sola clase ni cumplir con su obligación ética, no con las autoridades o el Rector, con su trabajo y su Universidad, pero alegrémonos, está robando por mi y mis estudiantes…

Los revolucionarios estos, ahora tejieron una nueva alianza para darle discurso a quienes no tienen ningún discurso. Ahora se dan la mano con lo peor de la Universidad, exsindicalistas, exfuncionarios, exporros, que le han hecho un daño inmenso a la Universidad y que son en gran medida los responsables de la incubación de este huevo de la serpiente que representa la CUL. Ahora todos resultaron defensores de la educación popular, la democracia, los pobres. Cuando de todos es conocida su práctica cotidiana: Robar, pero ahora con un discurso políticamente correcto. Claro, con la venia de esos pozos de mierda, mediocridad y corrupción en que han convertido a los sindicatos… La lógica de los revolucionarios es impecable, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Por eso ven en estos grupos fascistas de normalistas y la CUL el germen de la revolución, por eso veían en los narcos la oportunidad de derrotar al estado burgués…

Pero claro, los delincuentes son puros, la culpa es del Rector que no dialoga ni busca respuestas imaginativas, es decir, que no cede como todos lo han hecho…

Curiosamente cuando se aprobó la política de ingreso no dijeron nada, ni reclamaron a sus Consejeros Universitarios lo que ahora gritan… Al igual que los de la CUL o quienes sean los que nos han despojado de la Universidad, no es cierto que les interesa la educación, ni la inclusión, ni nada. El discurso aguanta todo y un discurso elaborado a base de consignas, más. Los tiris (así firman ellos) no buscan transformar la educación, quieren trabajo (lo cual es legitimo) y los de la CUL lo único que les importa es meter a las escuelas a la gente que no realizó ningún tramite (y podemos discutir su legitimidad). Punto, no nos engañemos por favor. Año con año, la fuerza de la corrupción y la anarquía les enseñó que presionando un poco, todo se lograba, al fin una vez inscritos, la revolución puede esperar al año siguiente. Conozco decenas de exlíderes de la CUL que trabajan como agentes de gobernación, cargadores de portafolios de políticos corruptos, jefes de protocolo de nefastos personajes y hasta jefes de tenencia, presidentes municipales y hasta diputados… Pero cuando “luchan” requieren discurso y ahí están mis compañeros revolucionarios para dárselos, pues eso les permite prestigiarse ante incautos y resolver sus rencillas personales con otros funcionarios en turno, en una de esas, estos caen y hasta puede que ocupen sus lugares…

Claro que requerimos una reforma de la Universidad, incluyendo una verdadera política de ingreso y acción afirmativa de las minorías y otros grupos vulnerables, pero no nos engañemos, cuando hablamos de reforma, en la Universidad nuestros revolucionarios están pensando en como “elegir” al Rector o a los directores, nuestros revolucionarios son expertos y ahora cuentan con mercenarios a modo: normalistas y hasta “legítimos mexicanos”.

Ayer fueron los Tiris a supervisarnos al parque. Llegaron en tres vehículos, una camioneta con razón social de la Normal Vasco de Quiroga y dos autos sin placas y pintarrajeados (seguramente robados). Y llegaron con una actitud arrogante, del sicario que se sabe impune. Nos miraron y seguro dedujeron que éramos inocuos para su lucha. Un profesor diabético y 22 estudiantes pobres, tiritando de frío bajo un árbol. Al rato los vi estacionados frente a CU. Al igual que las juventudes nazis, seguro cazaban a los nacidos en la cuna incorrecta.

Después de todo nuestros teóricos revolucionarios los han dotado de una pureza de sangre e ideas… que les autoriza a dañar a los demás, a los que no tienen derecho, recuerden, el mundo se divide en dos clases, ellos y los burgueses sin derechos ni respeto. Y no se nos olvide que 720 (aunque ya lo bajaron a 250) son más importantes y cuentan más que 50,000. La magia de la estadística y la ideología. Somos 50,000 burgueses desechables contra 720 proletarios puros, santos, castos e ideológicamente situados en el lado correcto.

Mi símil de los sicarios de Tiripetío con los nazis no es casual: lo que siempre hermanó a las hordas nazis con los policías estalinistas, los asesinos maoístas y polpotianos, sendero luminoso y canallas de esa naturaleza es el destino de los hombres. El futuro de un hombre para los nazis está determinado por su origen genético, para los otros, por su origen de clase y la magia de Tirepetío, la CUL y nuestros pensadores logró un más que lucrativa coalescencia entre genética y economía. Recuerde la educación primero para el hijo del obrero…

Y mucho me temo que los 50,000 universitarios nacimos en la cuna equivocada. Por ello quiero que tomen la UNAM, que la despojen y la agredan (es una manera de expiar mi enojo, por supuesto que yo no toleraría que le pasara nada, aunque nací en la cuna equivocada se el valor de la lealtad y la solidaridad), tal vez así alguien repare en que los nicolaitas existimos y estamos debajo de un árbol. Ya que a la UMSNH le exigen resolver las desigualdades sociales, el derecho a la educación, violar su propias normas y reglas, ¿por qué no compartirlo con la Universidad Nacional y las otras Universidades estatales?¿por qué los defensores de estos hordas fascistas no miran también hacia otro lado?¿Por qué la UNAM puede rechazar al 90% de sus aspirantes a la licenciatura?¿por qué les exige hasta que hablen otro idioma en ciertos programas y no precisamente náhuatl o Tzotzil?

Mientras otros pueden trabajar en paz, cumplir con sus obligaciones (y hacerlo muy bien), seleccionar, y hasta excluir, poner reglas, exigencias ¿por qué nosotros no podemos hacerlo? Ah, claro, por que los pobres solo tienen un destino, la miseria de sus instituciones, las carencias, tiritar bajo un árbol, hacinarse en aulas, no tener recursos materiales, laboratorios, equipamiento, buenos profesores. Eso es para burgueses, no lo olviden y la sociedad se divide en dos clases… Ellos y nosotros.

No nos engañemos, si hay un enemigo de la educación publica, gratuita, laica y de calidad son ellos, sicarios fascistas de Tiripetio y de la CUL y teóricos revolucionarios ingratos y desleales con su Universidad.

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