Y ahora ¿un gatito?
La otra noche de aguacero estando en casa reposando , escuché algo repentino que interrumpió mi sueño; escuché un gatito que no paraba de llorar, me alarmó la idea de pensar que quizá el pobre se encontraba en la calle bajo semejante tormentón, así que fui a despertar a mis hermanas para que se dieran cuenta de la situación. Después de bajar a inspeccionar la calle y debajo de los coches logré ubicar de donde provenía el maullido, no era en la calle, sino en la casa de un vecino.
¡¡No supe qué era peor!! Si pensar que el gatito estuviera huérfano en la calle o que lo tengan mis vecinos, y no es que ellos sean malas personas, no me vayan a malinterpretar, la cosa es que tienen un niño pequeño, de unos 4 años, que tampoco es que el niño sea malo, ¡sino que no saben tratar a un animalito! Ya en una ocasión anterior tuvieron un pobre cachorrito, un chihuahua muy pequeño, que claro era el juguetito del niño, les daba mucha ternura el animalito y lo traían de un lado a otro como trapo, pero cuando era necesario salir de casa dejaban al pobre perrito encerrado en el patio el cual es muy pequeño, además que al ser un cachorrito lloraba todo el día.
Un buen día ya no vi más al perrito, y cuando una de mis hermanas preguntó por el pequeñín le dijeron que se había enfermado y que por esa razón lo devolvieron, o sea ¿cómo? ¿Era acaso un electrodoméstico dañado?
Y ahora ¿un gatito? Han de pensar que es más resistente un gato que un perro, quizá este no les salga defectuoso. Y al igual que el perrito, me di cuenta que el pobre gatito estaba llore y llore por que estaba solito en el pequeño patio en plena tormenta, no quiero ni imaginar qué sentía el pobre animalito, debió estar aterrorizado, ¡¡si a mí me asustan los relámpagos y los truenos!! Y eso que soy una perrita adulta y no estoy encerrada en un patio.
Una vez más les recuerdo a todos, que los animales cualquiera que sea, un pez, gato, perro, lagartija, conejo, pajarito, etc. requerimos de muchos cuidados, atención, tiempo y cariño, no somos accesorios de moda y mucho menos juguetes, no somos de pilas ni desechables, comemos, jugamos, hacemos popis, etc.
Así que piensen muy bien antes de comprometerse a llevar un ser vivo a casa, ya que estaremos en sus vidas por mucho tiempo y recuerden que en esta “perra vida”, todo lo que esté vivo merece ser tratado dignamente.
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