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Mario Castellano, el niño hondureño que viaja solo en la Caravana Migrante, vio frustrado su intento de llegar a la frontera de Guatemala a México, pues la policía federal lo agredió rociándole gas lacrimógeno a él y al grupo de centroamericanos que rompieron la valla de contención.
En un vídeo difundido en Facebook, Mario narra que fue agredido y detenido por elementos policiacos mexicanos, y más tarde fue auxiliado por paramédicos que atienden a los migrantes en la zona.
«Dos de la ambulancia me estaban soplando porque me cayó todo el gas en los ojos. Un policía me agarró, me jaló para abajo y me dijo que me fuera», se escucha decir al menor.
El niño de 12 años está en espera de ser trasladado a un albergue temporal, y pese a la agresión no pierde la fe en llegar a Estados Unidos. Asegura que seguirá adelante en búsqueda del «sueño americano».
