Staff / @soychangoonga
Un vendedor ambulante quien transitaba por las calles de Uruapan fue interceptado por un sujeto quien dijo ser inspector municipal.
Éste intentó quitarle al hombre su mercancía: churros dulces. Alegando que el producto que vendía, por no estar registrado como vendedor, eran ilegales y tenía que retirarlo.
Gente de la localidad, al ver el evento, acudieron en apoyo del vendedor de churros, cuestionando la autoridad y las acciones del supuesto inspector.
Según la ley federal de trabajo, los vendedores ambulantes, solo bajo una autorización especial pueden ejercer su oficio y en lugares autorizados, de lo contrario es considerado venta informal.
El inspector puede “recoger” la mercancía siempre y cuando entregue un vale por la misma, donde, con puño y letra, se describa exactamente la mercancía recogida y el monto total equivalente al valor de la misma. Más tarde, el comerciante a quien su mercancía fue retirada, puede pasar con este vale a recoger sus productos, y en dado caso, pagar una multa significativa por la infracción cometida.
Sin embargo, si el inspector no tuviere los “vales” para hacer valer el derecho de devolución al mercader, no podrá retirar la mercancía puesto que incumple los derechos del ciudadano.
Los casos de abuso de autoridad por parte de inspectores que trabajan la ley a medias, son muy comunes y repetitivos en distintas comunidades dentro del estado de Michoacán, en especial en zonas turísticas, donde ni mercaderes ni inspectores están completamente conscientes de las leyes en las que se deben apoyar para hacer su trabajo o continuar su oficio de manera legal.
