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La venta de combustible robado sigue siendo una actividad cotidiana en los municipios fronterizos del estado de Chiapas, la cual se realiza a la luz del día y ante la pasividad de las autoridades locales y federales.
Una nota de Noticieros Televisa muestra que las redes de huachicoleros operan con impunidad en el estado, utilizando a niñas y niños para comercializar el combustible al público en bidones cerca de zonas de descanso de transportistas o restaurantes.
La mayoría de la gasolina, señala el artículo, proviene de Guatemala y es introducida al país de manera ilegal a través del Río Suchiate, pero también se tiene reporte de combustible extraído de ductos de Petróleos Mexicanos o proveniente de pipas robadas.
Además, las autoridades advierten que este combustible muchas veces está adulterado con colorante, etanol o solventes, lo que causa daños a los motores de los vehículos.
De acuerdo con la Unión de Distribuidores de Gasolina de Chiapas, los empresarios gasolineros legalmente constituidos pierden unos 15 millones de pesos por la venta de huachicol, una actividad que acapara hasta 23 por ciento del mercado en algunas de los municipios fronterizos.
A esto se debe sumar a los automovilistas que suelen cruzar de manera legal a Guatemala para abastecerse de gasolina, donde tiene un precio entre 3 y 4 pesos más económico por litro.
Un propietario declaró a Noticieros Televisa que a principios de este 2019 “se incrementó de una forma exponencial” esta actividad ilícita, lo que muestra la incapacidad de las autoridades para poner orden en la frontera sur.
“Está rebasada cualquier autoridad, hay una ausencia del estado de derecho increíble”.
Además, alertó que la venta de huachicol conlleva también un gran riesgo en materia de protección civil, pues el combustible es transportado y almacenado sin las medidas mínimas de seguridad, poniendo en riesgo a los niños que venden el producto.
