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Vaticinios retos, retos y realidades

Por Rafael Escutia Garmendia

A decir de las encuestas -y el ex-Presidente Vicente Fox- el triunfo electoral podría estar definido. En promedio de las mediciones -todas- el abanderado de la coalición Compromiso con México PRI-PVEM lleva una ventaja de al menos de 15 puntos por encima del candidato de la coalición Movimiento Progresista y en un tercer lugar la abandera panista.

Lo dicho por el ex-Presidente Fox no se basa sólo en las preferencias expresadas y medidas electoralmente sino en uno de los datos menos tratados en los medios y que él, conoce muy bien: el voto no definido, el cual oscila entre el 17% según Mitosfky.

Desde tal enfoque, vaticinar el triunfo de un candidato es algo sencillo cuando se sabe dar lectura no sólo a los números definidos sino a los posibles. Vicente Fox sabe dar lectura a las filias y fobias, identifica entre lo probable y lo posible: mover el azul hacía el rojo.

Hagamos un ejercicio pequeño. Pensemos que el candidato en segundo lugar tiene un 28% de intención de voto entre la lista nominal y, en el mejor de los casos, ése 17% de indecisos decide votar por él. Entonces éste lograría un 45% de la votación con lo que sin duda la elección sería cerrada, situación que no ocurrirá.

Si bien existe un gran número de personas que rechazan la idea de que el partido tricolor regrese a Los Pinos, existe en contra parte quienes no están dispuest@s a darle su voto a un proyecto que más allá de campañas de guerra sucia de las que alegó ser “víctima”, no ha sabido convencer. Ahí la derrota: no  convenció a más; si bien existe un porcentaje considerado de voto no definido, lo cierto es que una característica presumible de ese voto es su “no coincidencia o afinidad” con el abanderado de las izquierdas.

Retos y realidades

Estamos a unas horas de despertar sí, con un nuevo Presidente, con “e” por regla gramatical, no por vaticinio de una derrota de la candidata blanquiazul, aunque viendo las encuestas, también.

Sin embargo, el hecho de que el próximo 1 de julio despertemos con un Presidente elect@ no significa un cambio real en la política de nuestro país.

México continúa con 55 millones de pobres, 5 de ellos niñ@s. Es decir, tenemos un futuro desnutrido; monopolios en las telecomunicaciones y algunas paraestatales como la CFE y PEMEX; 7° de educación promedio por habitante y aunque el primer trimestre de este año el PIB alcanzo históricos del 4.9% y a decir del Banco de México logramos un “máximo histórico” lo cierto es que eso no alcanza para salir adelante.

De los poco más de 44 millones que integramos la población económicamente activa, al menos el 56.7% gana entre uno y tres salarios mínimos según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI con lo que a todas luces gane quien gane, no cambia nada para much@s, que a diario casi nada ganan.

Por último: ¿qué significó la cumbre del G20? ¿cuál fue el papel de México?. Simple: logró impulsar los esfuerzos por sostener el modelo económico neoliberal que tiene en jaque a las economías del mundo más que por sus formas, por sus excesos. El FMI (Fondo Monetario Internacional) recibió una dotación económica propuesta aquí y respaldada por los países miembros fundamentada -dijeron- en “hacer frente a las necesidades económicas para evitar el desplome de la economía”. Sin embargo y aunque  la Canciller alemana Angela Merkel ha ordenado serias medidas de austeridad para Grecia a cambio de seguir perteneciendo a la Unión Europea, poco o nada se hablo de imponer mayor control a los bancos del mundo y naturalmente, a la clase política que de éstos vive.

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