STAFF/ Margarita Arreola @Arreolamargui
A un año de lucha por la extinción de la dependencia de la Junta Local de Caminos (JLC), los trabajadores se dicen cansados e impotentes del trato con que se les ha manejado sus atrasos de quincenas, liquidación o la famosa «reubicación» que no les han hecho.
Su principal enojo radica en que el ejecutivo estatal, Silvano Aureoles, no está facultado para desaparecer la dependencia, sino es el congreso quien debe realizar el proceso porque la JLC se creó por un decreto legislativo, por lo que representa una controversia constitucional.
«El legislativo debe defender su postura y que no sea como popularmente se dice que el gobernador no se pase por el arco del triunfo las decisiones, que respete esta facultad que tiene este poder y que el congreso haga lo propio en junta de caminos», comentó en rueda de prensa Rodrigo Correa, líder del sindicato de la JLC.
Correa, señaló que lo dicho por Silvano Aureoles, ante los medios sobre la reubicación de los trabajadores y las mesas de negociación no ha sucedido en ninguna ocasión y que llevan 4 meses sin recibir ni un peso de sus quincenas.
De los casi 400 trabajadores que alberga el sindicato 30 de ellos han aceptado los términos y condiciones de su liquidación debido a urgencias familiares y desespero de la incertidumbre en que se encuentra su situación laboral, tema que es turnado en comisiones del congreso, pero no ha tenido solución en todo el año.
Por último, el líder sindical dejó claro que no se oponen la reubicación de otra área, pero requieren certidumbre de sus derechos laborales y en las mesas de trabajo nunca se ha tocado el tema de mover los trabajadores a otra área.
