STAFF/michangoonga
Pobladores indígenas de los municipios de Aquila, Coahuayana y Chinicuila marcharon este jueves por diversos caminos de la región para protestar por la infiltración de las corporaciones policíales locales así como la indiferencia gubernamental para permitir la reagrupación de grupos delincuenciales relacionados a Los Templarios.
Con pancartas y lonas, los manifestantes hicieron patente su malestar ante una serie de irregularidades que han venido denunciando de diversas formas.
Mediante un comunicado de prensa, los inconformes señalaron que desde hace unas semanas la situación del municipio de Aquila y de la comunidad indígena de Santa María Ostula son de la mayor gravedad.
“Tenemos conocimiento, por voz del propio gobernador de Michoacán, que nuestro comandante comunitario y Director de la Seguridad Pública en el municipio de Aquila, el C. Germán Ramírez Sánchez, tiene por lo menos tres órdenes de aprehensión por los mismos delitos por los que fue falsamente acusado nuestro también comandante Cemeí Verdía”, relatan.
Lamentan además que “de manera trampos”a un policía comunitario del poblado de Pómaro al mando del comandante Germán, el C. Aristoteles Flores Chávez fue hecho prisionero desde hace semanas por el gobierno del estado, igualmente acusado de los mismos delitos que Cemeí Verdía, cuando se presentó a Morelia llamado por el gobierno del estado a realizar exámenes de control y confianza.
“Incluso en estos momentos corre el rumor de que la Marina tiene órdenes de detener al comandante Germán donde sea que lo encuentre y al precio que sea” relataron, al tiempo que subrayaron que a la par “el gobierno del estado se ensaña contra nuestros comandantes y policías comunitarios y la Marina Armada de México se hace como que no ve nada, en la parte oriente del municipio de Aquila ya se encuentran reorganizados y fuertemente armados los ex caballeros templarios con Federico González El Lico, El Tena, El Tuco y Chuy Playas a la cabeza, todo esto haciendo evidente el fracaso, en todo el estado, del mando único policial y la pavorosa complicidad de la Procuraduría del Estado que busca el encarcelamiento de nuestros compañeros, mientras que libera a templarios como Antíoco Ramírez y Juan Hernández, autores intelectuales de los pasados atentados en contra de Cemeí Verdía”.
Y refieren que por otro lado la Procuraduría General de la República “ha sido incapaz de llevar ante un juez federal a los integrantes del Ejército Mexicano que atentaron contra nuestra comunidad el pasado 19 de julio de 2015 y que quitaron la vida al niño Hidelberto Reyes García, mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas han sido igualmente incapaces de hacer o de exigir justicia para nuestra comunidad y en vez de ello en una última visita a la región se dedicaron a calumniar al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, organismo de derechos humanos que nos ha brindado apoyo y asesoría justamente antes estas instituciones”.
Por estas razones, aseveran, se muestra que en el país y en Michoacán “hay una guerra desatada por los gobiernos y los carteles en contra de los pueblos de México, es que anunciamos que a partir de mañana tres de noviembre escalaremos nuestra lucha y realizaremos diversas movilizaciones que iremos anunciando con el fin de que se frene esta guerra de exterminio en nuestra contra”.
Los manifestantes finalmente exigen cumplimiento a las siguientes exigencias:
Cancelación de las órdenes de aprehensión que existan o puedan existir en contra del comandante comunitario y director de seguridad en el municipio de Aquila, Germán Ramírez Sánchez y/o en contra de cualquier otro integrante de las policías comunitarias y autodefensas de la Costa-Sierra de Michoacán, así como la libertad inmediata del c. Áristoteles Flores Chávez.
También pugnaron por la desmilitarización de la región de la Costa-Sierra de Michoacán, el castigo de los mandos y de los integrantes de las corporaciones militares y policiacas que asesinaron al niño Hidelberto Reyes García, hirieron y golpearon a diversos comuneros y destruyeron los bienes de la comunidad de Ostula.
