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Journal Rebel…Luchando estamos

Cuando pienso en la lucha, la resistencia, lo que sea que quieras llamarle, pienso en personas normales con vidas normales que deciden hacer algo para cambiar.

By: Itzia Ramos

ITZIA

Tenía 8 o 9 años cuando por primera vez tomé el metro. Vi algo fascinante en tantas personas juntas, tantas historias diferentes conviviendo por un momento de su día para después tomar cada una su camino.

Cuando pienso en la lucha, la resistencia, lo que sea que quieras llamarle, pienso en eso. Pienso en personas normales con vidas normales que deciden hacer algo para cambiar.

Personas que te podrías encontrar en el metro o en las calles caminando y no notarías nada diferente. Empero, la semillita ya está dentro, creciendo y creciendo…

No se trata siempre de los mítines, del momento cumbre donde a gritos se toman las calles. No se termina cuando se recogen los carteles y se va a casa. Esto es también lo que decimos cuando lo que tanto peleamos lo tenemos en frente, tangible, bien tejido en nuestra vida y tenemos que tomar una decisión. Cuando es alguien cercano a quien tienes que enfrentar, cuando la violencia existe bien escondida y es hora de que alces la voz.

Y ayer, cuando salimos a las calles a pedir por condiciones dignas para la salud y la vida de las mujeres de todo el estado, pensé que más que la presencia, fue lo que nos llevamos lo que importa, lo que pensamos en el transporte de regreso y en los días que seguirán.

Yo, además de una garganta inflamada de tanto gritar, me llevé un calorcito en el corazón, porque es aquí donde recuerdo que no estoy sola, que no estoy loca por creer que el cambio puede existir, y unas ganas inmensas de seguir caminando al lado de todas mis compañeras.

Por esto, creo firmemente e insisto que nuestra participación como ciudadanos y ciudadanas es indispensable, especialmente en temas como estos donde se involucra el bienestar (o el daño) a millones de personas. Tomar una decisión informada y ayudar a otras personas a que la tomen para que sean parte de ese cambio es una cosa muy hermosa en mi opinión.

Seguiremos aquí, insistiendo, dentro y fuera de las calles, plantando semillitas en la espera de que las siguientes generaciones puedan romper los patrones en los que por tanto tiempo nos hemos atorado. Espero algún día sentir que logré ayudar a todas esas personas que me cruzaré en el metro, que pueda impactar de una manera positiva sus vidas desde ese momento.

Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven…

(¡un saludo a la Marea Verde de Michoacán y a la revista Cuadernos Feministas por su importante labor! toda mi admiración.)

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en sus tiempos libres.

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