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Hechos Y Deshechos…Fuera Máscaras, El FRENA Es Una Expresión De La Derecha

By: Javier Lozano

Vivimos en una fase distinta en la que hemos podido disentir los temas de gran trascendencia en el interés público. En esa agenda el mismísimo Andrés Manuel López Obrador ha marcado el ejemplo claro a la libre manifestación, incluso, del propio gabinete. Hay muchas coincidencias, pero pueden existir diferencias de opinión; eso fortalece el programa que viene impulsando la cuarta transformación. Eso, evidentemente ha acentuado el antes y el después de un gobierno totalmente democrático y plural.

En ese universo y por obvias razones— se ha lanzado una oposición que no tolera la mayúscula legitimidad y los grandes cambios que han impulsado un verdadero programa de gobierno de la 4T. Frente a ello, el FRENA ante una patética manifestación salió desde hace tiempo a tratar de producir efervescencia y motivación a una población que, sin lugar a dudas, sigue alimentando la enorme popularidad del presidente, López Obrador. Incluso, ayer mismo, un estudio demoscópico de trascendencia importante ratificó un aspecto sumamente significativo para el país, si la elección se repitiera, AMLO aplastaría nuevamente al bloque de partidos antagónicos al mandatario; de hecho, aumentó su percepción del voto a 56%.

En ese fervor social, en el punto de inflexión del BOA sigue radicando el desdén y la animadversión de un bloque de empresarios, actores, empresas paraestatales, y una clase política que durante años probó las mieles del poder; esa columna sufre hoy el desánimo y ha frustrado los intereses que acumularon ante una robustecida sociedad potentada. ¡Eso se acabó! Aunque existan intentos para desestabilizar la 4T a través del golpismo visceral de la derecha, el escenario carece de credibilidad y confianza. No ha permeado, ni penetrará.

Eso se reflejó en las caravanas de autos de lujo. Existe una premisa y un antecedente de conspiración a través de la imagen de Gilberto Lozano: figura visible del movimiento de FRENA. Además, es evidente que algunos sectores empresariales son el hilo conductor de esta expresión; no obstante, más allá del respeto que ha tenido el mismo presidente López Obrador, es insostenible y un total disparate solicitar la renuncia del ejecutivo federal. En primera, porque su legitimidad proviene de la inmensa mayoría de la población; y en segunda, una minoría que simuló la protesta en la Ciudad de México, carece de fuerza y argumentos para pedir una dimisión que los viene atormentado desde hace dos años.

Lo más grave de todo esto, es que ha sido exhibido por las propias benditas redes sociales que han hecho público el esquema de simulación y la aparente resistencia hasta que López Obrador renuncie. Quizá, aun cierto punto, lo único que han producido son desfiguros y una total pérdida de conciencia.

Y para colmo, adoptaron un lenguaje burdo y soez ante la escasez de popularidad y convergencia.

Es saludable que se manifiesten, se vale. Estamos en un país democrático; sin embargo, más que ser una expresión movida por el razonamiento de lo que llaman ellos amor a México, son una propuesta que francamente produce es exacerbación porque durante años sucumbieron ante la desigualdad social y las injusticia. También, avalaron el desequilibrio que sometió al territorio con el modelo neoliberal punitivo.

Se vale manifestarse.

Lo que no se vale es fingir, simular y mostrar ante los ojos de todos un papel de oprimidos.

Fuera mascaras

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